Para muchos, el desempeño del Dr. Hugo López-Gatell, Subsecretario de Salud, lo ha posicionado como un referente de política interior en el país e incluso, hay quienes lo han catalogado como el “Meade” de la salud y hasta lo han puesto en la carrera presidencial. Sin embargo, también tiene detractores que han cuestionado su actuación y lo han señalado de irresponsable, tal como lo hizo el ex Secretario de Salud, José Narro Robles.
Es innegable que todos los reflectores nacionales se volcaron hacia él, convirtiéndolo en un rockstar nacional. La gran sorpresa de muchos y el éxito del doctor López-Gatell fue cuando, ante la responsabilidad de enfrentar esta pandemia, éste logró conectar con gran parte de la sociedad sin jalar los negativos que ha venido generando el Presidente, y es simplemente por su manera de comunicar: bien argumentada y con temple. Encontrar esta cualidad en un experto con un nivel tan técnico como el Gatell es difícil.
Lo que pocos saben es el porqué Hugo López-Gatell tiene ese temple que, ante los señalamientos y presiones de gobernadores y otros políticos, le permite mantener el control de la situación y hasta enviarles saludos sin inmutarse. Pues esto tiene origen en su pasado; uno bastante interesante de analizar.
A finales de los años 80, cuando la UNAM tuvo como rector a Jorge Carpizo McGregor y siendo alumno de preparatoria, López-Gatell ya era líder estudiantil. Tuvo tres años de lucha, huelgas y muchas asambleas con estudiantes.
Ya como estudiante de la facultad de medicina en los 90, siguió como representante de los alumnos y tras dar batalla junto con otros estudiantes, enfrentó a los Directivos dentro del Consejo General Universitario de la UNAM, en el que por cierto estaba el ex Secretario de Salud, José Narro Robles en ese entonces ex Secretario General de la máxima casa de estudios, Gatell logró evitar el aumento de cuotas en servicios estudiantiles y la propuesta directiva de limitar los pases automáticos de alumnos de la preparatoria a la universidad. Estos hechos fueron retratados y reportados en su momento por el periódico El INFORMADOR de Jalisco, que el 19 de junio de 1992 ya hablaba de Gatell.
Por cierto, durante los dos últimos años de estudios y protestas en la UNAM del ahora funcionario federal de salud, Jorge Carpizo McGregor -a quién enfrentó siendo un preparatoriano- ganó bastante poder e influencia a nivel nacional al convertirse en Procurador General de la República y pieza clave del salinismo.
Particularmente difiero de la forma en la que el Presidente ha manejado la situación, pero si habláramos en términos de béisbol (el deporte del mandatario), en lo que refiere a López Gatell se puede decir que ha estado bateando arriba de 300; mostrando que aun “macanea” cuando se trata de sacar el manual de crisis en la política, a sabiendas de que ante la crisis vale la voz del experto y no la del político.
Así que ahora es más claro saber el porqué del temple y experiencia de Hugo López-Gatell ante el momento y la responsabilidad que le toca vivir, ya que desde su época como estudiante estuvo muy cerca del poder, pero no dentro del sistema sino frente a él, es por eso que ahora no lo amedrentan tan fácil.
