La imagen que circuló ayer en redes sociales sobre el presunto encabezado de una nota del periódico El Informador que decía: “El INE anuncia que la candidatura para Jalisco deberá quedar en manos de una mujer”, acompañado del sumario: “Tras la inesperada resolución Pablo Lemus declara que acatará la medida y anuncia rueda de prensa para las 6pm”, resultó evidentemente falsa, pero no improbable que ese hecho suceda.

Los partidos políticos en Jalisco que no estén conformes con la resolución del Instituto Nacional Electoral y se opongan a que se les obligue a postular un determinado género que no estaba en sus planes, tienen el derecho de combatirla ante el Tribunal Electoral Federal del Poder Judicial y confiar en que lo que determinen los magistrados sea lo que ellos quieren. Pero también puede suceder lo contrario: que el Tribunal resuelva en su contra o que el partido político no impugne y acepte la resolución del INE sin “patalear”.

En este marco, hay quienes se preguntan por qué Jesús Pablo Lemus Navarro fue postulado como el único precandidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, si presuntamente no tiene el apoyo ni la simpatía del emecismo jalisciense y si su tarea desde el 2015 cuando llegó como candidato y luego alcalde de Zapopan fue ganarse la antipatía de muchos de aquellos. Los escenarios para responder a este cuestionamiento -por exagerados que parezcan- son varios, pero que llevan a una misma conclusión:

  1. La posibilidad de que, efectivamente, el partido Movimiento Ciudadano se vea obligado por las autoridades electorales a postular a una mujer como aspirante a la gubernatura. Mientras este asunto no sea un caso cerrado, la posibilidad está vigente. Pablo Lemus sería el “sacrificado”.
  2. La posibilidad de que Jalisco se haya “negociado” en Palacio Nacional, como se negociaron estados como Sonora, Hidalgo, el Estado de México y varios más que hoy están en manos de Morena, y que no necesariamente represente una embajada para el gobernador Enrique Alfaro. Pudiesen decir que esto es “descabellado”, pero ¿qué razón existe para asegurar que esto no puede suceder? ¿Alguien apostó a que el Grupo Atlacomulco entregaría su bastión, el segundo más importante electoralmente del país? ¿Por qué Jalisco no podría “negociarse” como se “negociaron” otras entidades? Luego de varios años de recibir críticas y ataques del gobernador, ¿qué podría ser más satisfactorio para el presidente de la República que darle a su partido la tercera entidad más importante, electoralmente, del país como es Jalisco? En esta presunta derrota “negociada”, no puede descartarse un operativo naranja de “brazos caídos” y voto diferenciado. Pablo Lemus sería el “sacrificado”.
  3. La posibilidad de una derrota electoral en una contienda “limpia” -no negociada-, en la que como en otras entidades donde se veía lejano el triunfo de Morena se imponga el partido de López Obrador como resultado de varios factores, comenzando por la inconformidad ciudadana con los gobiernos emecistas, entre ellos el de Guadalajara, pero principalmente con el estatal. Alguien decía por ahí: En Jalisco la ciudadanía no sale a marchar o a manifestarse en contra de los malos gobiernos, sino que los “castiga” en las urnas. Le sucedió al PRI, le sucedió al PAN y puede sucederle a MC. En esta elección Movimiento Ciudadano contenderá solo frente a una alianza de Morena-Verde-PT y posiblemente Hagamos y Futuro, y contra un Frente Amplio donde están PAN-PRI-PRD. En esta posible derrota no “negociada”, tampoco se puede descartar el operativo de “brazos caídos” y el voto diferenciado. Pablo Lemus sería el “sacrificado”.

Conclusión: Quien apostó a que su sola popularidad bastaba para ganar la gubernatura y darle el triunfo a Movimiento Ciudadano, terminaría “sacrificado” con una dolorosa -y quizás anunciada- derrota, quedándose “huérfano” y sin cargo alguno, mientras los integrantes del Grupo Jalisco, quienes aspiraron también a la gubernatura y muchos otros más, podrían terminar convertidos en senadores, diputados federales y locales y presidentes municipales. Incluso, hasta al propio Enrique Alfaro podríamos verlo formando parte del equipo de campaña de Marcelo Ebrard -si resulta candidato de MC a la presidencia de la República-, y no cumple su palabra de retirarse de la política al final de su administración.

Claro, también un escenario muy posible, por supuesto, es que, habiendo sorteado la resolución del INE, todo Movimiento Ciudadano en Jalisco le “eche todos los kilos”, se “la parta” y toda su estructura en el Estado, y principalmente en la zona metropolitana; se convenzan de que él es el único que puede continuar el proyecto político de Alfaro y de aquel puñado de jóvenes que lo iniciaron en Tlajomulco, y que no garantizaban que pudieran hacerlo Clemente Castañeda, Salvador Zamora o Alberto Esquer; se “pongan las pilas” y den la lucha por llevar a la victoria a Jesús Pablo Lemus Navarro, sin importar que los haya menospreciado, llamado “arrastrados” y “arribistas”, que no les haya cumplido los compromisos que hizo en su campaña a Guadalajara, que les haya mentido una y otra vez, pero que su popularidad es tanta que sería un gravísimo error no aprovecharla.

Asimismo, que la ciudadanía vea en él al gran salvador del estado, a quien solucionará todos los problemas que no pudo resolver Alfaro o a los que generó; a quien con él no habrá más desapariciones ni feminicidios, bajarán los homicidios, ya no habrá fosas clandestinas, ni negocios inmobiliarios en perjuicio de bosques y parques, y muchas cosas más que hoy padecen los jaliscienses. Que así como las “fans” se abalanzaban sobre Cristhian Castro, se lancen ahora sobre las urnas a votar a favor de MC. Eso puede suceder.

Además, mucho tendría que ver en esa victoria si la oposición en Jalisco es mera ficción, si las alianzas y coaliciones adversarias ponen como candidatos o candidatas a un “flan”, a “perfiles” que, como a “El Canelo”, le resulten a Lemus unos “bultos” nada más para asegurar el triunfo. Todo esto puede conjuntarse y suceder, ¿porqué no?

¿Cuál creen, de todos estos, que pueda ser el escenario más probable en Jalisco para el 2024?

Al tiempo…