Por Julio César Hernández


El proceso de elección de los nuevos consejeros del Instituto de Transparencia e Información Pública (Itei) fue, como dijera su presidente Augusto Valencia López “un circo”… en dos pistas.


Por un lado los diputados que, como ha sido su costumbre, se reparten los espacios en este tipo de organismos por bancada partidista; por el otro, el propio Valencia López, quien descalificó el proceso y, al mismo tiempo, a quienes resultaron electos: Guillermo Muñoz Franco y José Guillermo García Muñiz.


Sobre éste último las criticas arreciaron sin compasión, aunque de manera contradictoria, pues mientras se le identifica como un hombre muy cercano al dirigente del PRI, Javier Guízar Macías, se denuncia que su principal impulsor fue el dirigente del PAN, Eduardo Rosales Castellanos.


Pero puede ser que ambos estén en lo correcto, aunque entonces estaríamos hablando que en el caso del Itei, el gran ganador fue el PRI con la complacencia del PAN y el PRD, pues el tricolor impulsó –y logró también- la ratificación de Muñoz Franco.


Algo ha de tener Guillermo García que todos lo critican y todos se lo pelean. Lo critican de haberse plagiado una parte –mínima- del contenido de su tesis, pero los presuntamente afectados no han presentado denuncia alguna en su contra. ¿Entonces?


Lo señalan como hombre cercano al priísta Guízar Macías, pero acusan al panista Rosales Castellanos de imponerlo en el Itei.


¿Entonces?


El presidente del Congreso, Enrique Alfaro Ramírez, “truena” públicamente contra sus compañeros diputados por la forma en que hacen la elección de consejeros, pero no se atreve a utilizar la tribuna para denunciar las irregularidades y manifestar su voto en contra. Prefiere “huir” y abandona el recinto.


¿Entonces?


Hasta el momento, nadie ha podido dar argumentos sólidos y pruebas contundentes del por qué los Guillermos no deben ser consejeros del Itei; no han demostrado que no tengan la capacidad o que no reúnan el perfil.


La denuncia contra García Muñiz es porque Rosales lo impuso y porque se “pirateó” parte de su tesis.


¿A quién o a quiénes quería Augusto Valencia de compañeros en el Itei? ¿Por qué ese protagonismo en contra del proceso que llevó a cabo el Congreso? ¿Qué “peros” le pone a García Muñoz y Muñoz Franco? ¿Qué tiene en contra de ambos? ¿En qué le afecta a él en lo personal y al Instituto en general la designación de los dos electos?


Según un diario local, Augusto dijo que los diputados “quieren un Consejo a modo para que les validen sus
irregularidades en materia de transparencia que han cometido; me parece lamentable que le tomen el pelo a la sociedad; todo esto es un circo bien montado”.


¿Quiso decir que los dos nuevos consejeros serán “paleros” de los diputados y validarán sus irregularidades en transparencia?


¿Tiene queja alguna del trabajo de Guillermo Muñoz como consejero? Si es así, ¿por qué no lo ha dicho? ¿Por qué no lo ha señalado?


¿Por qué no esperarnos a que sea el propio trabajo de los Guillermos el que ponga a cada quién en su lugar y diga si fue buena o no su designación?