Julio César Hernández
Cuando sucede una desgracia como la que vivieron decenas de vendedores de artículos navideño del tianguis de San José -en pleno centro de la capital- la madrugada del domingo, cuando un incendio acabó con toda su mercancía, las preguntas, los cuestionamientos, se vienen como cascada.
La primera hipótesis del titular de Bomberos y Protección Civil de Guadalajara indica que, al parecer, la conflagración se inició por un corto circuito, de acuerdo a lo que les reportaron los veladores del lugar. En tanto se conocen los reportes oficiales del evento, surgen las siguientes interrogantes:
1. ¿Se inspeccionaron las instalaciones eléctricas antes de que fueran colocados todos los puestos?
2. ¿Se revisaron las instalaciones una vez ya colocados todos los puestos?
3. ¿Se mantiene una vigilancia permanente sobre el cableado o las instalaciones eléctricas en todo el tianguis y en cada uno de los puestos?
4. ¿La conexión de todo el cableado era el correcto, considerando la gran cantidad de locales instalados?
5. ¿Hay algún responsable de este siniestro, aun y cuando haya sido a causa de un corto circuito?
6. ¿La responsabilidad cae única y exclusivamente en los vendedores?
7. ¿Existe responsabilidad alguna de una oficina del Ayuntamiento o de algún funcionario municipal?
Ojalá y se haga una investigación a fondo y transparente. Que no por el simple hecho de que afortunadamente no hubo victimas humanas, se pretenda minimizar el incidente y exonerar de responsabilidad a quien realmente la tiene.
Porque sin duda que más de un funcionario municipal soltó un fuerte respiro de alivio al enterarse de que las pérdidas únicamente fueron materiales, porque si no, ya estaríamos viendo rodar varias ” cabezas”.
Insisto: los afectados por este incendio, primero, y la ciudadanía en general, después, demandan una investigación honesta y transparente.