De entre los muchos discursos e intervenciones que se registraron ayer durante la comparecencia de Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad federal, ante diputados federales, destaca la propuesta que en tribuna planteó el coordinador de la fracción parlamentaria del partido Movimiento Ciudadano, Tonatiuh Bravo Padilla.

El también ex rector de la Universidad de Guadalajara expresó:

“Del reconocimiento público de lo que hoy vive el país, debemos pasar a las propuestas, a los hechos y las acciones, por eso señor Secretario: Movimiento Ciudadano propone la construcción de un nuevo acuerdo nacional en materia de seguridad, justicia y de paz.

“Dejemos atrás las expresiones incriminatorias, dejemos atrás las culpas; dejemos atrás las tentaciones de politizar el tema de seguridad; los descalificativos no ayudan ni aportan a la solución que las ciudadanas y ciudadanos demandan al Gobierno Federal y a los gobiernos estatales y municipales.

“Sostenemos que debe haber un nuevo acuerdo nacional para la seguridad, la justicia y la paz debe ser construido con la participación del conjunto de las fuerzas políticas; comencemos ya con las aportaciones, unamos esfuerzos, convoquemos a la sociedad en general para construir un Acuerdo Nacional en materia de Seguridad Pública”.

¿Es un acuerdo nacional la solución a los problemas de inseguridad en el país y en cada uno de las entidades, en unas más que en otras, como es el caso de Jalisco? ¿De qué manera puede darse este acuerdo y en qué sentido, cuando se ha creado una Guardia Nacional con elementos del Ejército que están capacitados y preparados para acciones de alto nivel y no para hacerla de policías que hacen rondines en colonias, como se supone se hacía en Culiacán?

Bien lo dijo Bravo Padilla ante Durazo Montaño:

“Los hechos de Sinaloa, los de Jalisco en 2015, Aguililla y otros más que aquí han sido mencionados, no hacen sino demostrar el agotamiento de una estrategia que no funcionó. Lo dijimos en el debate sobre la Guardia Nacional, hoy nuevamente lo recuerdo aquí, utilizar a las Fuerzas Armadas en materia de seguridad pública, a través de la Guardia Nacional, las expondrían frente a una falta de estrategia integral del Estado mexicano. De un operativo que falló debemos evitar a toda costa que México transite a un Estado que falla en su tarea esencial de garantizar el Estado de Derecho”.

¿Qué sucedió pese a la advertencia que recordó el legislador emecista hicieron? Nada. No se escucharon las voces que, efectivamente, advirtieron, se negaron y rechazaron que las Fuerzas Armadas fueran convertidas en corporaciones de seguridad pública. Se hizo y hoy vemos los resultados.

Por eso hay que preguntarnos: ¿Un Acuerdo Nacional en materia de Seguridad Pública es la solución? ¿Bastarán las buenas intenciones para que cada uno de nosotros nos sintamos seguros dentro y fuera de nuestras casas?

No hay duda que el problema es muy agudo, va más allá de un acuerdo y, al parecer, se ve difícil que pronto se le encuentre la cuadratura.

Ojalá y me equivoque.