En materia de inseguridad pública en Jalisco, ¿qué tanto ha cambiado la situación del mes de mayo de 2019 a enero del 2020?

La respuesta la encontramos en los resultados revelados en los últimos días de las recientes encuestas levantadas a finales del año pasado, entre los que sobresalen la aplicada por Arias Consultores (Marcatextos 08/01/2020), que reflejan de manera contundente la triste y patética realidad que viven los jaliscienses en esta materia.

A la pregunta “¿Ha mejorado la seguridad?“, los jaliscienses repondieron: Si, 1.9%; No sé, 3; No, 94.8%.

A la pregunta “¿Cómo te sientes viviendo en tu estado?“, los encuestados confesaron: Seguro, 18.9%, Inseguro, 81.1%.

La encuesta de Massive Caller colocó a Jalisco en la posición número 31, penúltimo lúgar, con un índice de inseguridad del 60.6%. Sólo el estado de Tamaulipas está peor que Jalisco en este rubro, con un índice del 65%.

La veracidad de estas cifras y de la confesión de los jaliscienses encuestados, sin discusión alguna, se confirman ahora cuando nos enteramos -por la reportera Gloria Reza para el portal Partidero Jalisco-, que precisamente en mayo del año pasado el gobernador Enrique Alfaro Ramírez le solicitó a la Dirección General del Registro Nacional de Armas de Fuego y Control de Explosivos de la Secretaría de la Defensa Nacional “tenga a bien autorizar se me expida, previo pago de derechos, una Licencia Particular Individual de Portación de Arma de Fuego de calibre y características permitidas por la citada ley…”.

Y al igual que el 81.1% de los jaliscienses encuestados por Arias Consultores, el gobernador Alfaro confesó la razón de su solicitud de autorización para portar un arma: “(…) La inseguridad que actualmente vive la sociedad del Estado de Jalisco…”, (…) que realmente es alarmante por el crecimiento de grupos delictivos dedicados al narcotráfico y al secuestro…”., así como enfrentar el riesgo que corre un alto porcentaje de sus gobernados en todo el estado: ser un “blanco rentable y vulnerable para ser objeto de un atentado de secuestro o robo…”.

Con todo lo anterior, encontramos la respuesta a nuestra pregunta inicial: “En materia de inseguridad pública en Jalisco, ¿qué tanto ha cambiado la situación del mes de mayo de 2019 a enero del 2020?”. Y la respuesta es contundente: Nada. Seguimos tan inseguros como siempre, pero quizás ahora de manera tan alarmante que hasta el propio Gobernador del Estado, que además cuenta con la protección de varios escoltas, se ve en la necesidad de portar un arma para su defensa.

De ese tamaño es la inseguridad que se vive en Jalisco, de ahí que hasta podemos afirmar que las respuestas a cualquier encuesta sobre la materia se quedan cortas cuando se confirma que el titular del Ejecutivo solicitó -y se le otorgó- permiso para andar armado.

Y el hecho de que hasta el Gobernador del Estado necesite portar un arma de fuego desmiente, contradice y echa para abajo cualquier discurso del secretario de Seguridad Pública, Juan Bosco Agustín Pacheco; del Fiscal General, Gerardo Octavio Solís Gómez; del coordinador de Seguridad Pública, Macedonio Tamez; y del propio Enrique Alfaro Ramírez, en el sentido de que los índices delincuenciales en Jalisco van a la baja.

¿Así o más claro?