Aunque ignoro cuál es el motivo de la sonrisa del gobernador Enrique Alfaro Ramírez y del presidente municipal de Guadalajara, Jesús Pablo Lemus Navarro, en la fotografía que acompaña a éste texto y que ambos compartieron ayer en sus redes sociales -el rector Ricardo Villanueva no lo hizo-, vale preguntarnos: ¿Qué ha cambiado en la Universidad de Guadalajara desde el domingo dos de abril al 17 de mayo -ayer- que los jaliscienses ignoren, que no sea exclusivamente la muerte de Raúl Padilla López, como para que el Mandatario estatal decida ahora apoyar abiertamente los eventos culturales que tanto criticó y que dijo que el ex rector de la UdeG utilizaba para hacer negocios en beneficio personal y de su “grupo de lacayos”?

¿Bastó la ausencia física de Padilla López para que hoy el titular del Ejecutivo manifieste públicamente su apoyo a la realización de la Feria Internacional del Libro, del Festival Internacional del Cine de Guadalajara y de Papirolas, y además instruyera al munícipe de Guadalajara a sumarse a dicho apoyo en lo que se requiere de infraestructura?

“Tuvimos una muy buena reunión en la que trazamos una agenda de trabajo y estamos definiendo un esquema de apoyos para los proyectos culturales de la Universidad de Guadalajara: la FIL, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y Papirolas”, escribió el gobernador Alfaro en su cuenta de Twitter, en el que agregó: “También con @PabloLemusN llegamos a definiciones importantes sobre los proyectos de infraestructura universitaria en el municipio de Guadalajara. Seguiremos avanzando en la construcción de los acuerdos de entendimiento con la @udg_oficial y su rector @rvillanueval”, escribió el gobernador Alfaro.

Insisto: ¿En qué ha cambiado la UdeG a raíz del fallecimiento de Padilla López que provocó que el gobernador convocara al rector Villanueva Lomelí a Casa Jalisco para definir el “esquema de apoyos para los proyectos culturales de la Universidad de Guadalajara”, cuando aún no se cumplen ni dos meses de la muerte del líder del Grupo Universidad y sólo han sostenido una reunión que se hizo pública y presuntamente dos en privado que no han sido confirmadas ni negadas?

Sin duda que este encuentro es una buena noticia que hace renacer la esperanza entre los jaliscienses de que la relación del Gobierno del Estado con la Universidad de Guadalajara busca ser de entendimiento y armonía, pero ¿esos jaliscienses no merecen saber qué hizo cambiar de actitud al Mandatario estatal para no dejar la creencia de que sólo la muerte de Padilla López lo hizo posible? ¿O hay algún acuerdo entre Alfaro y Villanueva que los jaliscienses desconocen? ¿Bastó la muerte de Raúl Padilla para que aquellos que calificó de “lacayos” dejaran de ser la “camarilla que desde hace décadas ensucia la vida pública de Jalisco”, como lo manifestó el partido Movimiento Ciudadano en aquel desplegado publicado previamente a la inauguración de la pasada edición de la FIL?

Ignoramos por qué el rector Villanueva Lomelí no compartió este encuentro en sus redes sociales, pero algunas reacciones generadas concluyen en una sola impresión: que ya claudicó ante el Ejecutivo.

Creo que nada más lejano que eso, si nos atenemos a los discursos que ha pronunciado tras la muerte de Padilla López, pero Ricardo Villanueva no puede asumir una postura beligerante, de confrontación y de mantener un distanciamiento con el gobierno del Estado cuando se trata de ver por el beneficio de la Universidad de Guadalajara, los universitarios y, en este caso, de velar por tres de las grandes creaciones del ex rector: la FIL, la FICG y Papirolas. Y eso es lo que quieren ver los jaliscienses, universitarios o no.

Sin embargo, no deja de generar inquietud y suspicacia el que se lleve a cabo un encuentro como el de ayer sin mayor explicación, como si nunca hubiera sucedido nada.

Pero ya lo escribió un universitario a días de la muerte de Padilla: “No podemos hacer como si no hubiera pasado nada. Pasó y mucho…”.