Gilberto Pérez Castillo

Se podrá decir mucho acerca de la figura de Andrés Manuel López Obrador.

Se podrá estar en contra o a favor de él.

Se podrá estar con él o en su contra en el tema de la defensa del petróleo.

Se le podrá odiar o querer.

Pero lo cierto es que ni sus detractores deben cerrar los ojos a una realidad: a donde va López Obrador hay cientos o miles de seguidores y ciudadanos que se siguen reuniendo para escucharlo con atención.

Así lo demostró a su paso por Guadalajara, donde, no obstante el día (domingo) y la hora (11:00 horas), AMLO logró llenar la Plaza Universidad con alrededor de dos mil personas.

Para alguien que no es funcionario público con presupuesto ni dirigente de un partido y que dejó de ser candidato hace dos años, su capacidad de convocatoria sigue siendo bastante alta.