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Julio César Hernández
Curiosa forma tienen las autoridades de enfrentar los problemas y buscarle la solución.
Entre otros, dos son los frentes abiertos que les urge cerrar obligados por los tiempos. Por un lado, está el asunto del presupuesto de la Universidad de Guadalajara, aunado al tema de las pensiones de los empleados del Hospital Civil, y por el otro lo que tiene que ver con la línea dos del macrobús y, particularmente, la oposición del cardenal Juan Sandoval Iñiguez de que circule por la avenida Alcalde.
Y digo que forma curiosa de pretender resolver ambos problemas, pues mientras a la UdeG le promete un día antes de inaugurarse la FIL  80 millones de pesos sujetos a que el Congreso del Estado apruebe una nueva deuda por ese monto, al cardenal y Arzobispado de Guadalajara le ofrece recuperar el atrio de la Catedral.
Ambos ofrecimientos se enmarcan en un incremento de las protestas por ambas partes -UdeG y Arzobispado-, tanto a través de desplegados, manifestaciones y ruedas de prensa, el primero, como mediante artículos en el órgani oficial del Arzobispado tapatío, El Semanario, que tiene una amplia circulación entre la feligresía católica.
O sea que a la Universidad estatal le ofrece 80 millones de pesos más, vía endeudamiento -o sea nada seguro- y al Arzobispado un atrio para la catedral a cambio, o con el propósito, de que le bajen el nivel de las manifestaciones -por diversos medios- en contra.
En el caso de la UdeG, ya hizo saber ayer, a través de un comunicado de prensa, que esos 80 millones no son suficientes y que no está de acuerdo en que se etiqueten como deuda, en tanto que en el asunto del Arzobispado, es fecha de que no le entregan toda la información necesaria para tratar de modificar su postura. Al menos así lo reconoció el titular del Siteur, Diego Monraz, cuando dijo:
“Estoy convencido de que cuando tengan (el Arzobispado) toda la información, las cosas van a estar mucho más claras y vamos a poder valorar lo importante y atractivo que será recuperar el atrio de la Catedral…”.
Han trascurrido ya más de 15 días desde que el cardenal Juan Sandoval se pronunció contra el macrobús por Alcalde y es hora de que no le entregan la información requerida.
¿O estarán en espera de que la encuentran en internet?