Silenciada actualmente por la veda electoral, aparentemente, la Alianza Federalista -de la que forma parte el gobernador Enrique Alfaro Ramírez y nueve gobernadores más-, está a punto de sufrir su primera baja: Francisco Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas.

Ayer, la Comisión Instructora de la Cámara de Diputados aprobó que “ha lugar” -en términos legislativos- retirarle el fuero al mandatario tamaulipeco, quien es acusado de operación con recursos de procedencia ilegal, defraudación fiscal y delincuencia organizada.

La votación fue de tres a favor del desafuero -dos de Morena y uno del PT- y uno en contra -del PRI-. Ahora resta esperar a que mañana viernes el pleno de San Lázaro se erija en jurado de procedencia y defina si se solicita o no retirarle el fuero, con lo que de esta manera la Alianza Federalista perdería uno de sus integrantes.

Como grupo de gobernadores de oposición, la Alianza Federalista nunca “cuajó” más allá de la atención mediática que recibió y de los espacios obtenidos en los diversos medios de comunicación, pues para empezar nunca fueron reconocidos como tal por el gobierno federal -ni por el presidente Andrés Manuel López Obrador ni por ningún miembro del gabinete-, ni lograron quitarle el peso y la representatividad que tiene la Confederación Nacional de Gobernadores (CONAGO), a la que renunciaron.

Todas las demandas que plantearon los gobernadores rebeldes -muchas veces lidereados por Alfaro Ramírez-, no pasaron del papel, pues el gobierno lópezobradorista ni siquiera tomó nota de recibido, mucho menos actuó o respondió en función de sus demandas.

Hoy, ya nadie se acuerda de este bloque de mandatarios estatales.

Venida a menos al paso del tiempo, la Alianza Federalista registró su primera y seria fractura precisamente por motivos del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, cuando en Nuevo León sus compañeros salieron en su defensa, condenaron las acusaciones que se registraban en su contra y exigieron al gobierno federal que no llevara una persecución en contra de él.

El primero de los gobernadores que inmediatamente se deslindó de ese apoyo a García Cabeza de Vaca fue precisamente el jalisciense Enrique Alfaro -quien por cierto coincidente y extrañamente no acudió a esa reunión bajo el argumento que andaba de gira por el interior del estado-, y reclamó que ese tema no estaba en la agenda ni mucho menos se había acordado darle ese “espaldarazo”.

Curiosamente ese deslinde se dio luego de que Alfaro Ramírez se había reunido semanas antes con el presidente Lópéz Obrador en Palacio Nacional, y de cuyo encuentro nunca se informó oficialmente, salvo un video que el propio gobernador subió a sus redes.

Puede que haya quienes crean que la denuncia y el proceso abierto en contra del gobernador de Tamaulipas no tenga relación alguna con su participación en esta Alianza Federalista, lo que puede ser cierto, pero lo que se descarta es que vaya a ser el único mandatario contra el que actúe la Fiscalía General de la República (FGR), que preside Alejandro Gertz Manero, o la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que encabeza Santiago Nieto. Si es así, habrá que ver si el siguiente, por coincidencia, es otro de los integrantes de este grupo de gobernadores rebeldes.

Porque como en muchos otros casos, en este hay que recordar que en política no hay coincidencias.

Y si no, al tiempo…