El ahora precandidato de Morena en Guadalajara, el Dr. Carlos Lomelí Bolaños, al que ya muchos conocen y no por sus virtudes sino por su negro perfil personal, ha tenido dentro de su vida política nada más y nada menos que cuatro derrotas electorales al hilo y eso tiene los méritos más que ganados para ser caso de estudio de cualquier diplomado.

Haciendo un recuento de las derrotas, todo empezó en el 2006 cuando Lomelí, ya con un capital económico proveniente de la cultura del “esfuerzo” (del esfuerzo de Andrés Manuel López Obrador, ex Jefe de Gobierno del DF al otorgarle contratos multimillonarios) hace su primera aparición en la arena política partidaria con la casaca del PRD y busca ser el abanderado del Sol Azteca para gobernador de Jalisco. 

Poco le duró su primera ilusión cuando el dirigente nacional del PRD, Leonel Godoy llegó a Jalisco para resolver el proceseo interno de su partido. Recordemos que ya desde su llegada, y de inmediato, desacreditó el perfil de Lomelí para candidato a Gobernador y fue cuando Enrique Ibarra Pedroza actual Secretario General de Gobierno de Jalisco , Enrique Alfaro e Ismael del Toro deciden saltar del PRI para apropiarse de la candidatura del PRD al gobierno de Jalisco. Es ahí cuando Lomelí, usando desde aquellas épocas su ya conocida y poco efectiva estrategia de victimizarse,  redacta una carta abierta al periódico Mural en la que da a entender que su contrincante no estaba en los cariños del candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, hecho que fue desmentido tan sólo unos días después cuando Leonel Godoy dejó en claro públicamente que Ibarra Pedroza sí estaba en los afectos de AMLO y lo nombro candidato a Gobernador.

En tanto, Enrique Ibarra echó mano de su colmillo político y ni tardo ni perezoso le ofreció darle la candidatura al Senado por Jalisco a cambio de ser el mecenas de las campañas del PRD, acuerdo que Lomelí aceptó y hasta le ofreció una de sus propiedades, ubicada en calle Hidalgo #1971, para que fuera su casa de campaña a gobernador; por cierto, es justo en ese mismo inmueble donde el ahora presidente municipal tapatío, Ismael Del Toro, tenía una oficina para despachar cuando era representante del PRD ante el Instituto Electoral. 

El desenlace de esa desastrosa campaña fue que ni Enrique Ibarra ni Carlos Lomelí ganaron. Pero nos deja claro que desde ese entonces empezaron a usar a Lomelí como financiador de sus proyectos aprovechando su poco entendimiento de la política. Los ´Ibarras´, los ´Del Toro´ y los ´Alfaros´ le tienen tomada la medida y conocen -desde aquellos ayeres-  cada paso que va dar Lomelí y saben que no cambiará ni su modo de caminar ni de reaccionar ante las crisis. 

Y la historia se repite, pues el ahora precandidato de Morena para Guadalajara sigue pregonando con que está en los cariños del ahora Presidente André Manuel López Obrador. Y en donde con esta crónica sabemos que cuando López más lo necesitaba por su capital económico y donde nadie sabía de su negro historial no estuvo de acuerdo en dar su visto bueno para candidato a Gobernador.

Nos leemos en mi próxima entrega: Carlos Lomelí, sus derrotas y sus victorias 2012-2015.