Por Julio César Hernández

De pronóstico reservado es la sesión que celebrará mañana el Consejo Político Estatal del PRI, donde se someterá a votación el método de elección de su nuevo dirigente.

Para esto, los priístas de Jalisco no tienen más que de tres sopas:

1.- Elección abierta directa a militantes y simpatizantes;

2.- Asamblea de consejeros políticos;

3.- Asamblea de delegados.

Pero las tres opciones tienen sus asegunes, por lo que se espera que de esta sesión sabatina salgan chispas.

Y eso, sin referirnos a una cuarta opción que se antoja difícil de concretar: la candidatura de unidad.

Del número de aspirantes a suceder a Galván Guerrero ya ni hablemos, pues sólo falta que el portero del edificio se apunte.

Las opciones para elegir al dirigente son más que controversiales, pues no tienen los recursos económicos suficientes para llevar a cabo un proceso abierto a la militancia y simpatizantes, sin considerar que no hay padrón alguno que confirme quién es militante y quién no lo es.

Además, hasta en este método los priístas se las saben de todas, todas, y son hasta capaces de sacarle a todo el que pase frente a una casilla o urna “el priísta que lleva dentro”.

La elección de dirigente por medio de consejeros políticos no es menos complicada, aunque es por la que se inclina Galván Guerrero:

“Yo lo que he estado explorando es lo del método que menos nos divida, que menos nos fracture y, bueno, hay un método reconocido por todos que es el método por el que yo fui electo, es que es método de asamblea de consejos políticos…”.

Galván ignora que los priístas ya están divididos y fracturados, y que están así desde que fue electo presidente a través de éste método. Y que así, divididos y fracturados, llegarán a la sesión de mañana.

Baste apuntar que el padrón de consejeros está muy “manoseado” ante tanto cambio que se ha hecho de ellos. Además, apunte que hay dos dirigentes del sector popular: Elisa Ayón, a quien reconoce la dirigencia nacional, y Rufino Briceño, a quien reconoce Galván Guerrero. Ambos tienen consejeros.

Además, hay dos representaciones de la CROC en la entidad: la FROC (Revolucionaria) de Antonio Álvarez Esparza y la FROC (Regional) de Alfredo Barba Hernández.

En el Frente Juvenil Revolucionario hay consejeros del ex dirigente Julio César Martínez y los del actualmente coordinador, Iván Ortiz.

A todo esto hay que aclarar cuál es el padrón de consejeros políticos que tiene el PRI, pues algunos ya se han ido del partido o han sido expulsados, además de que se denuncia que en los municipios hay consejeros que nadie conoce.

Si alguien creía que sólo entre los panistas los “tambores de guerra” están sonando, es que no ha escuchado los de los priístas.