Por Hugo Luna
Navegando por Twitter me encontré con el siguiente texto: “Are you calling & writing members of congress re: health insurance reform? Now you can tweet them too: http://bit.ly/vIe0J” Mensaje publicado por @BarackObama, la cuenta en Twitter de la Presidencia de los Estados Unidos.
El mensaje en mi personal traducción dice: “¿Le estás llamando y escribiendo a los miembros del Congreso sobre la reforma al sistema de salud? Ahora también puedes mandarles mensajes vía Twitter”, con una liga que lleva a una página dentro del sitio de la Casa Blanca en la que aparece un mapa de los Estados Unidos con los nombres y direcciones en Twitter de los senadores de ese país.
El ciudadano sólo tiene que escribir su código postal y el sistema lo lleva a la página de Twitter en donde al azar le escribirá a uno de sus representantes al que le enviará el mensaje de apoyo a la propuesta de Obama.
La fórmula me parece muy interesante además de que forma parte de la estrategia de gobierno de Barack Obama.
Con este esquema de comunicación alternativo me surge la pregunta: ¿cómo podemos mejorar el gobierno en sus tres niveles de gobierno? Probablemente surjan parte de las respuestas.
Debe prevalecer un tema de agenda que importa a los ciudadanos. Además debe contar con el respaldo popular de la gente.
Lo fundamental es que deben existir los instrumentos para que “Juan Pueblo” haga llegar su mensaje al legislador (local o federal), a su presidente municipal y al mismísimo Felipe Calderón (Un teléfono, un correo físico o electrónico o en este caso una cuenta de Twitter)
La parte más importante debe ser que al diputado (local y federal), a los alcaldes y al ejecutivo federal le importe lo que piensa el ciudadano y actúe en consecuencia a la hora de votar.
¿Estamos lejos en Jalisco de vivir una situación así? En algunos casos se han presentado procesos similares. Habrá quien diga, por ejemplo, que las manifestaciones contra la mentada de madre o las marchas contra los gobiernos de Acción Nacional eran una demostración. Tal vez.
Del mismo modo, un grupo que se organizó vía Facebook Dejemos de hacernos pendejos, DHP reunió firmas para demandar explicaciones sobre el uso de recursos públicos para pagar los impuestos de los aguinaldos de los legisladores, demanda basada en un derecho constitucional que no encontró respuesta alguna por parte de los legisladores.
Sin embargo algunas de las iniciativas no terminan de impactar en la conducta de los políticos, por un lado porque a veces sus promotores fallan.
En septiembre inicia una nueva legislatura en la Cámara de Diputados, enero será el arranque de las nuevas administraciones municipales y en febrero lo harán los diputados locales.
Temas habrá, interés ciudadano tal vez y los recursos de comunicación son y serán cada vez más accesibles. El gran reto será de la autoridad escuchar y dar valor a las manifestaciones de la gente, sólo así un día nuestra opinión será realmente importante. Aprendamos de Estados Unidos y en esta ocasión sigamos la ruta marcada por Oby
