Por Julio César Hernández

Con fecha del cuatro de marzo –pero que recibí hasta el jueves seis-, el presidente municipal de Tuxcueca, Gonzalo Navarro Hernández, me hizo llegar un oficio en papel membretado del Ayuntamiento con el número P029/2008, impecablemente redactado, con negritas y cursivas, y con un lenguaje extraordinario para alguien que, aseguran, no concluyó la secundaria, y en el que me dice:

“Que en virtud del artículo periodístico publicado en el Diario “Ocho Columnas” de la ciudad de Guadalajara de fecha viernes 29 de febrero de 2008, el cual fue redactado por usted; en el que hace aseveraciones muy graves respecto a mi persona, argumentando que un servidor fue presionado por el Lic. Octavio Orozco Campos, Director General de Desarrollo Municipal para que apoyara a candidatos simpatizantes del C. Gobernador, por lo que hago la siguiente aclaración.

“En ningún momento fui víctima de tal presión, tanto del servidor públicos en comento, ni de ningún otro que forme parte del Gabinete del C. Gobernador, por lo que de la manera más atenta le solicito que la fuente de información que le confirmó a usted tal aseveración en nada es confiable, ya que dichas aseveraciones no las hice yo ni persona alguna de mi equipo de trabajo. Por lo que pido que no se le falte a la verdad, por imputaciones mezquinas que en nada ayudan al progreso de mi Municipio.

“Quiero mencionarle además que su servidor no se inmiscuye en cuestiones partidistas, ya que la única finalidad que tiene este Gobierno Municipal que encabezo es realizar el bien común en beneficio de toda la ciudadanía tuxcuequense…”.

Navarro Hernández es un hombre muy trabajador. Desde los 13 años y hasta los 20 lo hizo como ayudante de pescador y de albañil. Desde 1988 a la fecha se dedica a la herrería. En 1984 ingresó al PAN, en 2003 fue candidato a regidor y en 2006 ganó la presidencia municipal.

De su oficio, me llama la atención la seguridad y contundencia con que me asegura que mi fuente de información “en nada es confiable” y que las aseveraciones no las hizo “ni persona alguna de mi equipo de trabajo”.

No sé si interrogó a todos y cada uno de los integrantes de su equipo, pero es obvio que quien las hubiese hecho no le iba a confesar o revelar que sí las hizo.

En este sentido, le digo a Gonzalo Navarro que mi fuente es totalmente confiable.

Pero quizás valga la pena recordarle al alcalde de Tuxcueca que en enero pasado le comentó al dirigente municipal del PAN, Marco Antonio Barrera, que del Gobierno del Estado le pedían apoyar a “equis” persona de Guadalajara para ser candidato a consejero estatal, pero éste le dijo que lo mejor era que el candidato fuera alguien del municipio.

Luego el propio Barrera le dijo que él se iba a lanzar de candidato para la asamblea municipal.

Ojalá y Gonzalo Navarro recuerde que él personalmente llevó al regidor de Guadalajara Luis Reyes ante Marco Antonio Barrera y le dijo, palabras más palabras menos: “Oye, ésta es la persona que se va a inscribir”, y de inmediato se retiró.

Se asegura que Luis Reyes no es el nombre de quien en enero dijo que le habían pedido apoyar.

Pero coincidentemente, hubo panistas que observaron a Luis Reyes acompañando a Octavio Orozco allá por Tuxcueca.

Finalmente el regidor Reyes contendió en la asamblea municipal y fue barrido por el propio Marco Antonio Barrera, quien obtuvo 32 votos por seis del edil tapatío.

Así, pues, por supuesto que no falté a la verdad en mi entrega del viernes 29 de febrero, y sólo me queda hacer una pregunta:

¿De veras este oficio fue redactado por el alcalde Gonzalo Navarro o salió de alguna oficina de Palacio de Gobierno únicamente para que él lo firmara?

Que conste, es sólo una pregunta.