Mal comienza la segunda quincena de agosto para el gobernador Enrique Alfaro Ramírez en materia de imagen pública, pues ni los discursos de confrontación, ni los videoregaños y ni los millones de pesos del erario gastados en publicitarse en medios de comunicación de cobertura nacional le han valido para ser considerado un factor de contrapeso al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Es cierto, de acuerdo a Consulta Mitofsky la aprobación de Alfaro Ramírez por el manejo realizado para enfrentar la pandemia se ha incrementado, pero no ha pasado de ahí, pues su imagen no ha permeado entre los mexicanos como para convertirse en una opción que pueda enfrentar con éxito al presidente de la República.

Y es que de acuerdo a un ejercicio telefónico del Grupo Reforma, a la pregunta: “De las siguientes personas, ¿quién podría ser un contrapeso frente al presidente López Obrador?”, el gobernador de Jalisco aparece en la tercera posición por debajo de su ex aliado electoral Ricardo Anaya y de la ex primera dama Margarita Zavala.

Quizás haya quien considere que estar ubicado en tercer lugar no es malo si se toma en cuenta que es un sondeo a nivel nacional, y podría tener razón, pero contundentemente es un fracaso cuando la realidad se impone y se toman en cuenta factores que se cree deberían influir para colocar a Enrique Alfaro en primer lugar.

Y estos factores son:

  1. Ricardo Anaya y Margarita Zavala están fuera de la exposición pública. No aparecen ni en medios de comunicación tradicionales ni en redes sociales. Su perfil público es nulo.
  2. Cuando Anaya y Zavala son referencia pública, es en sentido negativo: el primero, con el caso Lozoya; la segunda, con el tema de su esposo Felipe Calderón.
  3. Ni Ricardo ni Margarita ocupan cargos o espacios públicos que los expongan ante la ciudadanía; por el contrario, pareciera que se esconden o que no tienen interés alguno en ser visibles, no obstante que la segunda fundó un partido político y aspira a obtener su registro.
  4. Ni Anaya ni Zavala han hecho gastos millonarios en medios de comunicación de cobertura nacional o en redes sociales y plataformas para exponer su perfil públicamente.

¿Cómo es, entonces, que el 34% de los cuestionados por el Grupo Reforma consideran a Ricardo Anaya el personaje que mayor contrapeso puede ser ante López Obrador, colocándose en primer lugar? ¿Cómo es que Margarita Zavala ocupa la segunda posición con un 14% en el mismo rubro? ¿Cómo es que estos dos personajes, alejados de los reflectores públicos, estén por encima del gobernador de Jalisco que se ha enfrentado públicamente al presidente de la República y al “rock star” del momento, Hugo López Gatell, y ha invertido millones de pesos en promover su imagen y sus acciones de gobierno, y que de manera permanente es entrevistado en los noticiarios de escala nacional?

En este sondeo telefónico del Grupo Reforma, sólo el 9% considera que Alfaro puede ser un contrapeso de Amlo. O sea, está muy lejano del primer y segundo lugar: 25 y 5 puntos de diferencia, respectivamente. Y únicamente está dos puntos arriba del senador Miguel Ángel Osorio Chong -con el 7%-, a quien también se le involucra en presuntas irregularidades.

¿Será, entonces, que de nada han servido los 15 contratos que el gobierno de Alfaro firmó por un monto de 61.2 millones de pesos con medios de cobertura nacional en los últimos seis meses? ¿Será que tampoco fructifican los millonarios pagos que ha hecho a sus tres empresas consentidas de comunicación: Euzen, La Covacha e Indatcom, que desde 2011 alcanzan un monto de 316 millones de pesos?

¿O será que la ciudadanía no cree en las “buenas intenciones” de Alfaro? ¿Qué no le cree sus confesiones de que “no tengo aspiraciones políticas”, “no tengo aspiraciones presidenciales ni interés de ser candidato a nada”, cuando en los hechos observa todo lo contrario? ¿Que no es de fiar cuando aquí alza la voz en contra de López Obrador y su gabinete, pero se empequeñece cuando está frente a él o a cualquiera de sus colaboradores a los que critica? ¿Será porque han atestiguado lo desilucionados que están muchos jaliscienses no sólo que votaron por él en 2018 sino que lo seguían desde que llegó a Tlajomulco?

Si alguien cree, pues, que hacer todo lo que ha hecho Enrique Alfaro para ser considerado el contrapeso de López Obrador no es un serio tropiezo en su proyecto político, cuando quienes son señalados como tales son dos personajes fuera del aparador público -Ricardo Anaya y Margarita Zavala-, entonces no sé qué película esté viendo y en que realidad vive.

Pero ya sabemos que este tipo de sondeos son “fotografías del momento”, así es que dejemos correr los días y confirmar más adelante si el gobierno alfarista atendió esta “llamada de atención” o ni siquiera la tomaron en cuenta, montado en la terquedad de que todo está bien.

Al tiempo…