Julio César Hernández
¿Qué tan ajenos o cómplices son algunos priistas en torno a la campaña en contra del auditor Alonso Godoy Pelayo, quien habrá de comparecer dentro de unas horas ante los diputados de la Comisión de Vigilancia?
Por ejemplo, ¿el coordinador de la fracción del PRI, Roberto Marrufo Torres?
Pregunto porque sus principales colaboradores están en la Dirección de Control Presupuestal, cuyo titular es nada menos que Ernesto Díaz Márquez, su compañero regidor en Tlajomulco durante el oscuro gobierno del panista Antonio Tatengo, a quien, por cierto, la Auditoría Superior aplicó millonarios cargos.
Díaz Márquez ha dicho que él está ahí nada más de membrete, mientras que se asegura que quien teje y maneja todo lo correspondiente a esa Dirección es nada menos que Luis Fernando Sánchez, quien dicen es el que le lleva a Marrufo Torres todos sus asuntos.
Y curiosamente es en esta Dirección donde se tienen copias -al derecho y al revés- de todos los cheques expedidos por el Congreso del Estado, y es de donde se sospecha se “filtraron” los cheques y toda la información sobre los pagos recibidos por el auditor superior Alonso Godoy que el ex secretario general, Alfredo Argüelles, aseguró que fueron legales.
¿Cuál fue el propósito de esta campaña en contra de Godoy Pelayo? ¿Cuál fue el interés de descalificarlo? ¿Cuál fue la idea al pretender desgastar su imagen?
Las hipótesis son varias:
– La posible participación de algunos ex regidores priistas en las irregularidades encontradas en la Cuenta Pública 2009 del Ayuntamiento de Zapopan, durante el gobierno de Juan Sánchez Aldana.
– La posible participación de algunos priistas ex regidores en las irregularidades encontradas en la Cuenta Pública 2009 del Ayuntamiento de Tlajomulco, durante el gobierno de Antonio Tatengo.
– El propósito de pretender “blindar” la auditoría que se aplicará a la gestión del ex secretario general Carlos Corona Martín del Campo.
– El propósito de “ablandar” al Auditor Superior ante la decisión de aplicar cargos a las cuentas públicas que así lo ameritan, como podría ser la del 2010 de la actual Legislatura.
– La complicidad de algunos panistas y algunos priistas para emprender esta campaña contra Godoy Pelayo, “filtrando” de ambas partes la información conocida, ante los cargos a las cuentas públicas del 2009.
Y es que hay quienes se preguntan, inclusive algunos diputados mismos, si fue posible que la información en contra de Godoy Pelayo haya salido de la Dirección de Control Presupuestal sin el conocimiento del coordinador Marrufo Torres… o se hizo con su anuencia y complicidad.
¿O deveras Marrufo Torres será ajeno a todo esto? Quizás lo sea, pero no puede alegar ignorancia alguna sobre saber quién está detrás de esta campaña.
Por eso dicen que por ahí está “la mano que mece la cuna” en contra del Auditor Superior del Estado.