Ayer el pleno del Congreso del Estado aprobó -no sin algunas resistencias panistas- el Pacto de Austeridad y Transparencia que habían revelado desde antes de asumir su gestión, con el propósito de sacar al Poder Legislativo del marasmo financiero en el que está metido.
No se reveló a cuánto asciende, en pesos, el monto que representan las medidas de austeridad que acordaron los diputados para conocer la magnitud del mismo frente al presupuesto anual que manejarán.
Los legisladores acordaron que durante los tres años de su gestión no se incrementarán el salario como tampoco los funcionarios de primer nivel, entendamos los directores, como tampoco en las prestaciones que actualmente reciben. Tampoco se les pagarán sus comidas -no podrán pedir factura a nombre del Congreso- ni lo que gasten en su celular.
También dicidieron eliminar el pago de gasolina, de viáticos, el seguro de gastos médicos mayores y de vida y gastos de representación, así como el pago de peaje. Los diputados no tendrán -que creo que ya no tienen- vehículo oficial, salvo el Presidente de la Mesa Directiva.
En cuanto a las contratacones, se acordó que aquellas con carácter de supernumerarios se haga por tiempo determinado sin rebasar el tiempo de la Legislatura, siempre y cuando exista suficiencia presupuestal, amén que su contratación correrá por cuenta de la Comisión de Administración que deberá de dar cuenta de ello al pleno.
Bueno, pues todo esto es lo que para los diputados se necesita hacer a fin de terminar con el despilfarro financiero que caracterizó a las anteriores Legislaturas. Sin embargo, reitero, es necesario conocer el monto de recursos que se ahorraría el Congreso con estas medidas.
Pero, curiosamente, hasta el momento no se ha reflejado este Plan de Austeridad en un ajuste a la baja del presupuesto que manejará el Congreso del 2013 y para ello deberá de sesionar la Comisión de Administración que a su vez deberá de instruir a la Comisión de Hacienda realizar los ajustes acordados para que en los hechos esta austeridad sea una realidad.
Hoy estaba programada la sesión de la Comisión de Administración a las nueve de la mañana, pero no llegó el panista Gildardo Guerrero y el priista Miguel Castro llegó tarde, por lo que esta sesión se reprogramó para las 13:00 horas, en tanto que alrededor de esta hora estaría sesionando también la Comisión de Hacienda.
Vamos a esperar ambas sesiones para saber y confirmar si el Plan de Austeridad de los diputados no es simplemente un “de lengua me como un taco”.
Y es que nosotros, como Santo Tomás: Ver para creer.