A más de uno provocó inquietud -y quizás preocupación- la convocatoria que hizo la familia del senador Arturo Zamora Jiménez para celebrar con una comida el que haya sido considerado como uno de los 300 líderes del país en este casi extinto -bueno, le restan poco más de tres meses- 2015. Y es que observan al ex secretario general de Gobierno “muy activo” en los últimos días, según dicen.
Y es que también registraron su intempestiva aparición ante los medios de comunicación nada menos que en pleno domingo, con una rueda de prensa para hacer público que presentará una iniciativa al Congreso del Estado para que el polémico y criticado Tribunal Administrativo del Estado quede adscrito al Poder Judicial, precisamente en estos momentos en que el TAE se encuentra en el “ojo del huracán” y dos de sus magistrados son ubicados como los “villanos favoritos”.
Consideran otros que no es coincidencia que en pocos días se hayan registrado en torno a Zamora Jiménez estos tres eventos: 1. Su designación como uno de los 300 líderes dle país en este 2015; 2. La rueda de prensa ofrecida sobre el TAE; y 3. La comida organizada por su familia en su honor.
“A ojos de buen cubero” y de acuerdo al número de mesas colocadas en el salón sede de esta comida, los asistentes habrían sido poco más de mil comensales entre los que sobresalió el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval y sus colaboradores Francisco Ayón, Eduardo Almaguer, Héctor Pérez Partida, Enrique Dau y Francisco Morales Aceves, entre otros que se dejaron ver por ahí, como el ex titular de SEDIS y ahora regidor electo, Salvador Rizo Castello.
Pero también estuvieron presentes magistrados del Poder Judicial encabezados por su presidente Luis Carlos Vega Pámanes y entre los que sobresalió el padre del gobernador, Leonel Sandoval; diputados priistas locales y federales, como el coordinador local Rafael González Pimienta; el dirigente priista Hugo Contreras Zepeda; o funcionarios de organismos como el Instituto de Transparencia y de la Comisión de Derechos Humanos, Cynthia Cantero y Felipe de Jesús Álvarez Cibrián. También ex senadores como Eugenio Ruiz Orozco; los alcaldes Ramiro Hernández García, Héctor Robles y Alfredo Barba. A quien no se observó por ahí fue al edil de Tonalá, Jorge Arana, pero sí al alcalde electo Sergio Chávez.
Obviamente estuvieron también dirigentes empresariales como Niño Cota del Consejo de Cámaras o Franscisco Beckman, ex presidente de la Cámara de Comercio.
Pero también hicieron acto de presencia políticos de otros partidos. Ahí estuvieron los panistas Francisco Ramírez Acuña, ex gobernador, al igual que Gerardo Octavio Solís Gómez; los diputados José Luis Munguía y Juan Carlos Márquez; el diputado electo Miguel Ángel Monraz, el ex diputado y hoy retirado de estas lides partidistas Abraham González Uyeda; y Alfonso Rejón, presidente de la Comisión responsable de la elección de la próxima dirigencia.
También estuvo presente el perredista y ex dirigente de este partido, Juan Carlos Guerrero Fausto.
Por supuesto que quienes también acudieron a felicitar al senador priista fue la “crema y nata” del alfarismo: Hugo Luna Vázquez, Ismael del Toro, Alberto Uribe y Salvador Caro Cabrera, así como los “neoalfaristas” Carlos Lomelí, Mirza Flores Gómez y Jesús Pablo Lemus.
Acto de presencia hicieron también dueños y directivos de medios de información escritos y electrónicos, aparte de aquellos reporteros que fueron a “cubrir” la nota.
“¡¿Qué fue esto…?!”, preguntó más de uno inquieto y quizás preocupado: ¿Un “destape”? ¿Muestra de “músculo”? ¿Demostración de que sigue siendo el político jalisciense con mayor poder de convocatoría? ¿Un mensaje para dus detractores? ¿Un aviso de que “no me den por muerto” o de que “cuidado porque aquí sigo”?
Sin duda que el activismo emprendido estos días por Arturo Zamora sí tiene un mensaje para propios y extraños, pero ante la lejanía aún de los tiempos electorales, creo que podemos interpretar todo esto como un claro indicio de que Zamora Jiménez no está dispuesto a salir del escenario político local, de que aprovechará todas las coyunturas que se le presenten para tener públicamente los reflectores en su persona y dejar evidencia de lo que puede lograr en caso de que llegado el momento se requiera.
¿Acaso su objetivo es ser candidato a la gubernatura en 2018? Podría ser, por qué no. Pero de aquí a entonces muchas cosas pueden pasar y quizás le lleguen otras oportunidades políticas que buscará no desaprovechar mientras tanto. Y si no es eso, entonces cuando menos mantendrá “acalambrado” a más de uno de aquí a que arranque la carrera por la sucesión de Aristóteles Sandoval.
Y no hay que perder de vista el perfil que describió de quien debe ser el próximo dirigente estatal de su partido el PRI, que no pocos advirtieron que bien puede ser un “autorretrato” o el retrato de quien él tenga interés por promover. Pero de este tema comentaremos en una próxima entrega.