Una pregunta que debemos tener a la mano para encontrar su respuesta después de que pase la emergencia sanitaria -si es que no se transforma en contingencia-, por el Covid-19 es: ¿Qué costo tendrá para Jalisco el enfrentamiento del gobernador Enrique Alfaro Ramírez con el gobierno federal, y particularmente con Hugo López-Gatell en plena pandemia?

A 16 meses de que Alfaro Ramírez llegó a Casa Jalisco, de una u otra manera los jaliscienses sufren hoy las consecuencias de aquel rompimiento entre el Mandatario estatal y Andrés Manuel López Obrador tras las elecciones federales del 2012, cuando ambos crearon una alianza electoral para alcanzar la presidencia de la República y el gobierno del Estado, pero no lo lograron.

López Obrador denunció que Alfaro lo traicionó en aquella ocasión. Y eso, ocho años después, no se le ha olvidado a Andrés Manuel…. y ni se le olvidará, al parecer.

Ahora, en su afán por ganarle una carrera que el gobierno federal aún no comenzaba, Alfaro Ramírez colocó a Jalisco en una situación nada cómoda en momentos en que se trata de contender brazo con brazo contra un virus que no ha llegado a su “pico” y que, lamentablemente, como él mismo lo dijo, cobrará un gran número de vidas. Su actitud y discurso de confrontación con el lópezobradorismo desde que inició la emergencia sanitaria, sin duda tendrá su costo como lo ha tenido el rompimiento aquel del 2012.

En lugar de lanzar de inmediato un gesto de colaboración y coordinación con el gobierno federal, sin razón lógica alguna el gobernador decidió enfrentarse públicamente con López-Gatell, vocero del gobierno en este tema del coronavirus y junto con Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores en “funciones” de responsable de la política interior, uno de los integrantes del gabinete no sólo con mayor exposición sino con una muy buena imagen pública.

El propio Alfaro reconoció ayer en una entrevista con Radio Fórmula Jalisco que “no hay una comunicación efectiva” con el gobierno federal y que “hasta ahora, lo que ha tenido que hacer Jalisco lo hemos hecho solos…”. ¿Quién es el responsable de que esa comunicación no sea efectiva? ¿Por qué se ha dejado solo a Jalisco en esta situación? Hasta donde recuerdo, de aquí se lanzó la primera piedra…

Entiendo que para los fines políticos que animan al gobernador, no pudo haber elegido mejor objetivo que López-Gatell para ganarse los reflectores a nivel nacional como ya ha sucedido en ocasiones anteriores, aunque termina por “desinflarse” cuando desde Palacio Nacional le tocan una de las fibras más sensibles. Y hoy parece que la historia se repite.

El diferendo con Hugo López-Gatell, motivado por las famosas “pruebas rápidas” en las que pretendía gastar 20 millones de pesos, terminó por perderlo luego de que aquél se mantuvo en su argumento de que no servían para detectar casos de coronavirus y, por lo tanto, el gobierno federal no aprobó su importación. Alfaro terminó por aplicar las pruebas PCR que el subsecretario de Salud aprobó como las adecuadas.

Previamente, Enrique Alfaro advirtió a López-Gatell que sería un “traidor a la Patria” si con su oposición a las “pruebas rápidas” pretendía maquillar cifras y jugar con las estadísticas.

Pero ayer se repitió la misma historia de casos anteriores. Cuando en la rueda de prensa “mañanera” López-Gatell exhibió a Guadalajara como la ciudad donde la movilidad no se redujo a porcentajes mayores como en otras capitales y a Jalisco como la entidad donde algunas empresas, industrias y comercios no esenciales se negaron a suspender actividades, de inmediato el alfarismo reaccionó en contra del funcionario federal y lo acusó de proceder con tintes políticos y no técnicos.

En este caso, el alcalde Ismael del Toro resultó “damnificado” del pleito Alfaro contra Lopez-Gatell, pero salió bien librado al subir en redes un video donde le responde al subsecretario.

Y también como en ocasiones anteriores, cuando a quien peleó le responde, inmediatamente recurrió al argumento de: “No voy a debatir ya con ese señor…”, como le dijo ayer a Ciro Gómez Leyva en su tradicional entrevista semanal, y da por terminado el pleito en espera de luego hacer cuentas y ver cuánto le redituó políticamente ese pleito.

Reitero: De aquí se lanzó la primera piedra, y ahora que se la regresaron “brincan” enojados. Pero dice un dicho: “Se cosecha lo que se siembra…”.

Así, pues, si bien enmedio de la pandemia podría Jalisco sentir más la indiferencia del gobierno federal por la actitud asumida por el gobernador, no hay que perder de vista la pregunta inicial cuando haya pasado toda la emergencia: ¿Qué costo tendrá para Jalisco el pleito “gatuito” y sin sentido del Mandatario estatal?

Al tiempo…