La primera “prueba de fuego” que enfrentará Guillermo Alcaraz Cross y demás integrantes del Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana será la organización de uno o más debates entre los candidatos, particularmente en Zapopan. Ya después vendrá el desarrollo del mismo y el éxito o fracaso dependerá de los debatientes.
El consejero Mario Ramos es el encargado de trabajar en la organización de dichos debates, tarea nada fácil ante la postura de algunos candidatos que ya han puesto, desde su muy particular posición, el “dedo en la llaga” en estos encuentros entre aspirantes.
Sin duda habrá candidatos muy “quisquillosos” que criticarán hasta la posición de las luces del estudio, pues querrán ofrecer su mejor ángulo. Otros más supeditarán su participación al número de candidatos a debatir, pues de entrada lo hay de …¡diez partidos políticos! Y algunos más hasta podrían objetar a quien sea designado moderador.
Mientras los candidatos del PAN y del PRI a la alcaldía de Guadalajara, Alfonso Petersen Farah y Ricardo Villanueva Lomelí, respectivamente, han insistido en la realización de uno o varios debates, el del Partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez, ya dejó entrever la posibilidad de no asistir a ningún debate.
¿La razón? La tardanza del IEPC para organizarlos y su agenda de campaña que, dijo, no estará al “contentillo” de sus adversarios “de enfrente”.
Petersen Farah, a su vez, se ha pronunciado porque no se realice un debate con la decena de candidatos -Beatriz García de la Cadena, candidata del Partido del Trabajo, ya dijo que no asistirá porque prefiere aprovechar ese tiempo en la calle buscando el voto de los tapatíos-, y ha propuesto que sea un debate “entre dos”, pues de esa manera se pueden presentar propuestas que de otra manera se perderían.
Reiteró que el debate debe ser “entre pares”, y dijo que le gustaría debatir con Alfaro y con Villanueva.
Por otro lado, el candidato del PAN a la presidencia municipal de Zapopan, Guillermo Martínez Mora, tras aclarar que no participará en ningún otro debate que no sea el organizado por el IEPC -hoy no estará en el del Colegio de Arquitectos-, dijo que esperaba que dicho debate sea “serio”, dejando a que cada quien interprete qué es eso de “serio”.
Sin duda que la postura de Petersen Farah en el sentido de que un debate entre diez diluye las propuestas y lo que es un verdadero debate, tendrá que ser tomada en cuenta por el IEPC que, sin embargo, se enfrentará a un dilema sobre cuántos deben participar en un primer debate y por qué. Difícil postura decidir al respecto.
El tiempo corre, y por supuesto que propios y extraños están a la espera de un debate que puede ser lo que “catapulte” a un candidato y hunda a otros.
Guillermo Alcaraz y Mario Ramos, de entrada, tienen la palabra… aunque difícilmente podrán sortear aquello del “cohetero”.