Gilberto Pérez Castillo

Los estrategas de comunicación del gobernador Emilio González Márquez tratan de magnificar un suceso ocurrido este fin de semana, y que involucra al dirigente estatal del PRI Javier Guízar Macias, con la intención de desviar la atención de la opinión pública, para que ésta deje de reclamar la cancelación de la macrolimosna de 90 millones de pesos para la construcción del Santuario de los Mártires y por las mentadas de madre que dirigió a quienes no están de acuerdo con él.

Los hechos ocurrieron así:

El domingo pasado Javier Guízar y su familia se encontraban en su casa de Ahualulco del Mercado, a donde llegaron su cuñado y un grupo de amigos. Uno de ellos llevaba un perro, mismo que agredió al hijo de ocho años del dirigente priista, mordiéndole un brazo. De la agresión existe parte médico de lesiones.

Guízar Macias llevó a su hijo para que fuera atendido por un médico y al regresar a su domicilio, el perro volvió a atacar al niño y a otros presentes, por lo que el político, al ver que ni el dueño podía controlar al animal, buscó una pistola y le disparó al can causándole la muerte.

Extrañamente, al día siguiente el dueño del perro que lesionó al hijo de Javier Guízar presentó una denuncia penal por supuestas amenazas de parte del priista.

Más extraño resulta que durante el mismo lunes operadores del gobierno estatal panista filtraron versiones distorsionadas de los hechos a diversos medios de comunicación, mismos que difundieron los alterados hechos sin confirmarlos.

Una vez publicadas en los medios las versiones filtradas , éstas fueron divulgadas a través de correos electrónicos, como es costumbre entre los operadores emilistas, tratando de posicionar la imagen de Javier Guízar como la de un hombre violento, armado y capaz de descargar su arma contra un indefenso cachorrito.

Para tratar de hacer crecer el asunto, se dieron a la tarea de difundir este martes un boletín de prensa de una supuesta Asociación Mexicana por los Derechos de los Animales, que cuestiona el proceder del dirigente priista y pide castigo para el mismo.

Como resulta evidente, este es un intento del gobierno de Emilio González por magnificar estos hechos con la intención de desviar la atención de los medios de comunicación y de la opinión pública, que durante las últimas semanas se han empeñado en cuestionar al Gobernador por su tendencia a donar dinero de los jaliscienses y por las mentadas de madre que repartió entre sus críticos.