Por Julio César Hernández

El 21 de abril pasado, el gobernador Emilio González Márquez y el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, a través del oficio número SAJ/650117 y un número más ilegible por el sello –cuya copia obra en nuestro poder-, dieron respuesta a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos sobre los recursos públicos destinados a la construcción del Santuario de los Mártires.

En él, nunca justifican la entrega de 30 millones de pesos para la promoción turística, como lo han dicho reiteradamente.

De entrada, González Márquez y Guzmán Pérez Peláez, contra lo dicho posteriormente por el Mandatario, reconocen que los 30 millones de pesos entregados a la Fundación Pro Santuario de los Mártires Mexicanos, A.C., sí son un donativo y no una inversión.

En la página tres del oficio, dicen textualmente:

“No omito señalar que la información correspondiente al donativo que nos ocupa se encuentra en la página web de la Secretaría de Finanzas…”.

Asimismo, aceptan que la solicitud que la Fundación hizo a la Secretaría de Turismo es para “la construcción, desarrollo y posterior conservación de un centro de espiritualidad y al mismo tiempo una obra de caridad…”.

O sea que es en este punto donde no justifican que la obra que se construirá con los 30 millones de pesos donados, cumple con lo que se especifica en la partida 4222 Promoción Turística del Estado.

En las cuatro hojas de este oficio –en el que también hacen referencia a la entrega de recursos públicos para el evento “Espacio 2007” y para el “Andador del Peregrino”-, nunca demuestran que con la aplicación de estos recursos públicos, Jalisco se beneficiará turísticamente.

Es más, la razón de la partida 4222 dista mucho de soportar la justificación de esos 30 millones de pesos y nunca demuestran u ofrecen el proyecto que detonará en la promoción turística para la entidad.

Según el gobernador González Márquez, el objetivo de esta partida es “el sostenimiento y desarrollo de las diversas actividades en este rubro (promoción turística)”, cuyos recursos “serán ejercidos como transferencias para proyectos vinculados al desarrollo turístico como actividad prioritaria o estratégica y encaminada a integrar o fortalecer en corto plazo, ya sea circuitos, corredores o rutas turísticas comercializables, que deriven en inversión privada y social”.

Como se sabe, los 30 millones fueron donados para la construcción del Santuario de los Mártires y una “obra de caridad –agrega el oficio- que comprende, entre otras cosas, un comedor y una clínica de asistencia social, una escuela de enfermería para madres solteras, una clínica médica de asistencia social y áreas de estacionamiento”.

Ante estos argumentos esgrimidos por el propio gobernador Emilio González Márquez, nos preguntamos:

¿Dónde está el atractivo turístico, y por consiguiente su promoción, en esta obra para la que el Mandatario entregó un donativo (según sus propias palabras) de 30 millones de pesos?

Bien cabe aquí aquello de que “el pez, por su propia boca muere”.