Por Julio César Hernández

Y después de Oscar, ¿quién y por qué?

Esta es la pregunta que generó la renuncia de García Manzano como secretario de Finanzas, tras ventilarse que el motivo de ello fueron sus constantes desencuentros con el coordinador de Innovación Gubernamental, Herbert Taylor Arthur, pero que también se sabe que más de un secretario no ha dado el ancho en apenas poco más de un año de este sexenio.

El 23 de abril, en aquel polémico banquete del hambre, el gobernador Emilio González Márquez le dijo a García Manzano que por fin había hecho algo buen por Jalisco: emitir un cheque por 15 millones de pesos que esa noche entregó al organismo responsable del evento.

Sin embargo, el viernes pasado, cuando se oficializó su relevo, González Márquez ya le reconoció otros logros:

La renegociación de las deudas del gobierno estatal y del Siapa –algo que García Manzano confesó que hizo sin que el Gobernador se lo pidiera. “Me metí en lo que no me importa”, dijo frente a González Márquez-; la revaloración del patrimonio de los trabajadores al servicio del estado y de los maestros, fortaleciendo la situación financiera del fondo de los trabajadores; así como el lograr un asiento para Jalisco en la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales.

O sea, García Manzano no sólo logró emitir un pin… papelito por 15 millones de pesos en casi 14 meses como responsable de las arcas estatales.

González Márquez declaró que con la salida de García Manzano concluía una etapa e iniciaba otra con José Luis de Alba González como relevo y con quien se buscará que el Ejecutivo sea un instrumento más eficaz al servicio del pueblo, que necesite menos recursos del erario para dar resultados, dijo textualmente.

Sin duda que esta etapa concluye de manera forzada –por las diferencias entre Oscar y Herbert-, quizás antes de tiempo, y revela que García Manzano se resistía a dar el paso que ahora están obligados a dar García de Alba y quien lo sucedió en la Secretaría de Administración, José Ricardo Serrano Leyzaola, que es concretar la fusión de las secretarías de Finanzas y Administración en una sola.

Cuesta trabajo creer que una administración estatal se plantee una etapa de 14 meses, nada menos que en un rubro tan importante como las finanzas Resta esperar el resultado de este cambio forzado en la Secretaría de Finanzas.

Los industriales se quejan de Guillermo Martínez Mora, secretario de Promoción Económica; todos se preguntan dónde está y qué hace Aurelio López Rocha, secretario de Turismo; otros señalan que Víctor Manuel González Romero, secretario de Planeación, aun no planea nada…, y así, hasta el infinito.

El Gobernador adelantó que habrá una reestructuración gradual del equipo de gabinete, lo que de entrada confirma que reconoce que no todos sus colaboradores le han dado los resultados esperados, no obstante que al asumir el gobierno anunció que cada tres meses evaluaría a sus colaboradores.

Así, pues, quizás más de un secretario, al ver la renuncia de García Manzano, ya puso “sus barbas a remojar”.