“Dejar a la gente en casa es sólo para ganar tiempo, no para frenar el coronavirus. Llamamos a todos los países a usar este tiempo para atacar el virus”. – Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus

El Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, frente a su cámara es impecable, ante la realidad es mezquino “por razones muy extrañas”. 

Ya pasamos de los cinco días críticos que sus estudios científicos demostraban que teníamos que estar en casa y que la Organización Mundial de la Salud recomendaba estos días para aplicar pruebas rápidas para poder tener un diagnóstico exacto del COVID-19. 

Sabía que algo iba a salir mal, y lo anticipé en entregas anteriores, porque no había pruebas de detección del COVID-19 y “por razones muy extrañas” el Gobernador  empezó a mentir.

Negligentemente, hoy llegamos al octavo día de confinamiento y “por razones muy extrañas” en Jalisco no se tienen pruebas de detección.

En el día cuatro del aislamiento, el titular del Ejecutivo estatal anunció que tenían ya cinco mil reactivos de detección y que estaban negociando otros 20 mil más, los cuales  les costarían 35 dólares cada uno. Y “por razones muy extrañas” presumió que tenía más pruebas que todo México.

Para el quinto día, vimos al mandatario en diversos medios nacionales, y fue en entrevista con Azucena Uresti de Grupo Fórmula donde dijo que “POR RAZONES MUY EXTRAÑAS” no habían llegado las pruebas adquiridas y que estaban presuntamente detenidas en la aduana. Además, “por razones muy extrañas” Alfaro tampoco pudo responder sobre la procedencia de las pruebas.

Ya con presión por haber mentido, hicieron público el contrato de la compra de las 20 mil pruebas que “por razones muy extrañas” el proveedor entregaría esas pruebas al Gobierno en tan sólo dos días algo que, en las entregas anteriores de esta columna mencionamos, era algo imposible. Asimismo, “por razones muy extrañas” nunca mostraron el contrato de las cinco mil pruebas que supuestamente llegarían 400 cada día y que probablemente eran las que estaban en la aduana. 

Así que, “por razones muy extrañas”, Enrique Alfaro no se atreve a decir la verdad y aceptar que su gobierno y su mensaje se vieron rebasados por la situación, que no tuvo la capacidad de investigar, analizar, planear y ejecutar con acciones concretas y bien estructuradas la estrategia de prevención y contención del Coronavirus.

Ahora, “por razones muy extrañas”  está en duda que el Plan Jalisco COVID-19 tenga capacidad para afrontar la etapa más crítica para Jalisco.

En la siguiente entrega hablaremos sobre cuáles son “las razones muy extrañas” que no dejan que Jalisco y su Gobernador estén preparados para enfrentar al COVID-19.