En medio de la guerra declarada por el gobernador Enrique Alfaro Ramírez al Grupo Universidad y a su líder Raúl Padilla López, y por consecuencia a la Universidad de Guadalajara -con quienes hizo alianza electoral y ganó los comicios de Tlajomulco en 2009 y por la gubernatura en 2018-, los legisladores y presidentes municipales del partido Movimiento Ciudadano han decidido “inmolarse” culturalmente y no poner ni un pie en la Expo Guadalajara durante los días que se lleve a cabo la edición 36 de la Feria Internacional del Libro (FIL).

Así quedó asentado en un desplegado hecho público ayer por la noche y firmado por “Senador y Senadora”, “Presidentas y Presidentes Municipales” y “Diputadas y Diputados”, todos ellos de Movimiento Ciudadano.

En dicho desplegado -en el que evidenciaron su ignorancia en el uso de los signos de puntuación y no se oculta que fue dictado desde Palacio de Gobierno-, los “abajofirmantes” señalan que “como jaliscienses no podemos permitir que quienes han secuestrado a la Universidad de Guadalajara desde hace 30 años pretenden usar a la Feria Internacional del Libro para sus fines políticos (…). Es lamentable que de manera impúdica Raúl Padilla López, disfrazado de promotor cultural, haya convertido a la Feria Internacional del Libro en un foro particular para atender su agenda política personal (…). Llegó el momento de impedir que este evento se manche por la ambición de un cacique y sus secuaces…”.

Y agregan: “Quienes integramos la primera fuerza política de Jalisco (…), hemos decidido no acudir a ninguno de sus eventos en la edición de este año 2022. (…) Nuestra ausencia busca visibilizar lo que quieren normalizar: el secuestro político de nuestras instituciones académicas y culturales por parte de una camarilla que desde hace décadas ensucia la vida pública de Jalisco. (…) No acudir en esta edición es rechazar la normalización del secuestro de las instituciones culturales y académicas de Jalisco”.

Lo que llama la atención es que con este desplegado los “abajofirmantes” desmienten y contradicen nada menos que a su jefe político, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, pues mientras acusan que “desde hace 30 años pretenden usar a la Feria Internacional del Libro para sus fines políticos” y anuncian que con su ausencia buscan “impedir que este evento se manche por la ambición de un cacique y sus secuaces”, apenas hace dos años, en la edición 34 de la FIL, el gobernador opinaba todo lo contrario.

Y así lo dijo en la ceremonia inaugural -no presencial, salvo los invitados de honor- el 28 de noviembre del 2020 ante la presencia del presidente de la FIL, Raúl Padilla López, y a la que nos referimos en nuestra entrega del 25 de noviembre del año pasado -“FIL: Cuando Alfaro salió en defensa de Padilla“-, cuando Alfaro Ramírez ya le había declarado la guerra a Padilla López.

En aquella ocasión, hace apenas dos años -la fotografía que acompaña este texto es de aquella ocasión-, ante los ataques y críticas del presidente López Obrador a Padilla López y a la FIL, el gobernador Alfaro Ramírez pensaba diferente a lo que hoy firman sus legisladores y presidentes municipales “naranjas”, y declaró públicamente lo siguiente:

“Los libros hacen que las mentiras tengan fecha de caducidad; dentro de ellos yacen las ideas que pueden derrumbar el engaño y eso, precisamente eso, enfurece a los totalitarios, a los identitarios, a los fundamentalistas, a los que quieren abrir las heridas de un pasado que nos duele para convertir el odio de las personas en capital político.

“Por eso, cuando los ‘liberales’ (entrecomilló) que pretenden reconstruir a la nación con guías morales le dicen a la FIL conservadora, lo único que hay que hacer es sonreir ante lo ridículo.

“En estos días aciagos, en los que lo peor de nuestro pasado aparece todos los días muy temprano, disfrazado de futuro prometedor, en tiempos en los que los dichos valen más que los datos; en los que la verdad y la mentira se confunden; tiempos en los que el libro, la ciencia y la academia son ignorados, atacados y desplazados por dogmas de fe, estamos obligados a dar una batalla por la defensa de las ideas y de la razón”.

Y luego subrayó una frase contundente que quizás los “abajofirmantes” emecistas debieron de tomar en cuenta en su desplegado: “La FIL es el lugar en el que cada año recordamos que agachar la cabeza y guardar silencio ante la sinrazón, simplemente no es una opción”.

¿Con qué nos quedamos, entonces? ¿Con lo que dicen hoy los alcaldes, senadores y diputados de Movimiento Ciudadano o lo que hace dos años declaraba el gobernador del Estado, también de Movimiento Ciudadano, y que contrasta totalmente con lo que dice el desplegado emecista?

Ese es el problema de contagiarse del “síndrome de La Chimoltrufia”, pues “así como dicen una cosa, dicen otra”.