Julio César Hernández
La Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado entregó ayer  a la Dirección de Procesos Legislativos su informe sobre la comparecencia del auditor superior Alonso Godoy Pelayo y sus conclusiones, y más tarde sabremos si la Junta de Coordinación Política lo agendó para su sesión de hoy.
Si así fuera, se daría cuenta como comunicacion recibida y ya será cuestión de alguno de los diputados detractores del Auditor Superior el hacer uso de la palabra para abordar este tema y quizás seguir “bailando” al son que les marcan algunos medios de comunicación y acatar la agenda que les imponen.
Pero están equivocados quienes crean que el informe será sometido a votación alguna, porque no hay nada que votar. No es más que un informe de lo que días atrás instruyó el pleno y acató la Comisión de Vigilancia.
Así, por lo pronto, por este caso no les será entregada la “cabeza” de Godoy Pelayo a quienes quieren verla en bandeja de plata para satisfacer sus ambiciones y ver disipados sus temores.
Sin embargo, cuando se creía que con este informe se cerraba el Caso del Auditor, para satisfacción de sus detractores surge una nueva información sobre la compra de un terreno presuntamente a sobreprecio, lo que por supuesto éstos querrán “sacarle jugo” y pedirán una investigación al respecto.
Y por supuesto que se aprobará, porque además es obligación hacerlo. Pero de eso a que se confirmen las hipótesis abiertas ahora sobre este nuevo caso, aun queda mucho camino por recorrer.
Pero, por lo pronto, los interesados en minar la confianza en el Auditor Superior tendrán “tela de dónde cortar”… y quienes quieren llevarse la “estrellita”, también.