Por Julio César Hernández

Cuando Emilio González era alcalde de Guadalajara, renunció como coordinador de asesores por conflictos internos con otros miembros del gabinete municipal.

Hoy se le acusa de estar detrás de la movilización en contra del dirigente del PRI, Javier Guízar Macías, por haber matado un perro. Hasta los panistas lo reconocen y lo dicen.

Pero, además, se le señala como la causa de la renuncia de Oscar García Manzano a la secretaría de Finanzas.

Se recuerda también las fricciones que se ventilaron con el secretario general, Fernando Guzmán, por ver quién era en los hechos el jefe del gabinete.

Por todo esto y más, ya hay quienes ya se refieren a Taylor Arthur como “el compadre incómodo” del sexenio.

La pregunta que los propios panistas se hacen es: ¿Se mantendrá en el gabinete hasta el final?