Hernán Cortés Berumen resume en dos puntos los factores que pueden darle la victoria hoy: uno, que la gente esté convencida de votar a su favor; dos, que tras el convencimiento, tenga la posibilidad de ir a votar, “porque no sólo es estar convencido de votar por un candidato, sino el ir a votar”.
Mucho se ha dicho que a Cortés Berumen lo sostiene la estructura del partido del que fue dirigente y desde donde habría tejido la red de enlaces a lo largo y ancho del estado para ir dándole forma a su candidatura. Hernán logró también hacer alianzas con grupos y liderazgos que tienen una importante presencia y fuerza entre la militancia de Guadalajara, amén de que en Tlaquepaque, municipio que gobernó, prácticamente tiene un apoyo total. En Tonalá tiene algo de apoyo, mientras que en Zapopan el apoyo no le es mayoritariamente favorable.
Hernán Cortés, conocedor del territorio jalisciense por su tarea como dirigente, le dio una gran importancia a la militancia del resto del Estado y se dedicó a contactarlos y a tratar de convencerlos.
El asegura que quien tenga mayor capacidad de adaptación al entorno y a las trancas que se colocan a lo largo del camino, es el que va a ganar.
Se asegura que hizo alianzas con agrupaciones que podrían movilizar a un buen número de potenciales votantes a su favor. Cortés no lo niega. Confiesa: “Hemos buscado acercamientos con diferentes personajes en el estado, con gente de la Universidad de Guadalajara, de los ejidos, de los ganaderos, de los constructores, de los joyeros… con todos los que se pueda”.
Hoy el reto de Hernán Cortes es que las alianzas que pudo haber concretado y la estructura partidaria que conformó desde la dirigencia, le respondan con el número de votos suficientes que le den la victoria.
Porque ya lo dijo él mismo: no basta estar de acuerdo o convencido con algún candidato, sino ir, acudir, asistir a votar por ese candidato.
¿Le responderán hoy, el día clave?