La entrevista que Enrique Alfaro Ramírez concedió a La Jornada y que se publica en su edición de hoy, me llevó a recordar aquella famosa frase -si no me equivoco- del ex boxeador Rubén “El Púas” Olivares: “¡Todo se lo debo a mi mánager…!, refiriéndose -si también no me equivoco- a Arturo “El Cuyo” Hernández, que era su entrenador.
Ya sabemos también cómo termina aquella famosa frase olivarística: “¡… Y a la Vírgen de Guadalupe!”.
Pero, como dijera Adal Ramones: ¡Ese es otro rollo…!
Y es que lo que dijo Alfaro Ramírez a La Jornada, no tiene desperdicio. Prácticamente le confesó al matutino que lo que hoy es él -candidato perdedor a la gubernatura-, se lo debe al ex gobernador panista Emilio González Márquez, porque no pudo o no quiso, algo que, es cierto, no es desconocido para muchos.
Pero que el propio Enrique Alfaro Ramírez lo confiese tiene, sin duda, otra dimensión.
Primero, Enrique Alfaro reconoce que Emilio González le apoyó como presidente municipal de Tlajomulco, cosa que el panista no realizó con los demás munícipes de la zona metropolitana. Al menos no en la proporción que lo hizo con el entonces alcalde perredista, quien además reconoció el impacto que ese apoyo emilista tuvo en su propia persona.
Alfaro dijo textualmente:
“¿Emilio me ayudó siendo gobernador como presidente municipal? Sí. Eso tuvo un impacto en mi crecimiento político. Yo creo que sí porque eso me ayudó a ser un mejor presidente…”.
Ante lo anterior, concluyo: Emilio hizo a Enrique candidato a la gubernatura…
Luego, interpretando que lo dijo con un dejo de tristeza, Enrique Alfaro confesó:
“Si Emilio se hubiera decidido a apoyar mi campaña, hubiera ganado yo la elección…”.
Ante lo anterior, concluyó: Emilio no quiso hacer a Enrique gobernador de Jalisco…
Y concluyo que no quiso cuando Alfaro agregó:
“Esos tres puntos que me faltaban los pudo haber aportado el gobernador sin problemas. Cualquier gobernador tiene tres puntos de capital político”.
Ante lo anterior, concluyó: ¿deveras Emilio tenía a esas alturas de su sexenio tres puntos de capital político? ¿No los había agotado ya precisamente apoyando a Alfaro para que fuera candidato, primero, y como candidato, después, y no a Fernando Guzmán, el candidato de su partido Acción Nacional?
Y más adelante Alfaro reveló:
“Yo le dije alguna vez a Emilio, sí se lo dije, que creía que si él se hubiera metido a apoyar este asunto, hubiéramos ganado…”.
Ante lo anterior, concluyo: Lo dijo en plural: “hubiéramos ganado…”.
Quién lo iba a decir: Emilio González Márquez tuvo en sus manos la decisión de convertir a Enrique Alfaro Ramírez en gobernador de Jalisco.
Pero como lo dijo el propio Alfaro: O no quiso o no pudo…
Concluyó: si “cualquier gobernador tiene tres puntos de capital político”, entonces Emilio no quiso que Alfaro fuera hoy gobernador de Jalisco.
Ojalá y un día Emilio González nos despeje la duda: Por qué si tenía en sus manos el futuro político de Enrique Alfaro, no  quiso hacerlo gobernador.
Al tiempo…