Cuando el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz dijo ayer ante los reporteros: “Estoy a favor de que se respete el derecho individual y la libertad de cada persona de saber con quién quiere tener una relación y si desea desea vivir bajo el mismo techo…”, se alzaron voces (y encabezados periodísticos) que exclamaron jubilosos: “¡Aristóteles está a favor de la Ley de Libre Convivencia…!”.
Y cuando el Mandatario estatal agregó: “Sean dos o más personas (ojo: él añadió el “o más”, cosa que no dice la ley perredista) , debe haber una figura que les garantice la protección jurídica en función de los tratados  internacionales y de la propia Constitución…”, se alzaron voces (y encabezados periodísticos) que exclamaron jubilosos: “¡Aristóteles está a favor de la Ley de Libre Convivencia…!”.
Curiosamente guardaron silencio o no quisieron leer o escuchar cuando el titular del Ejecutivo señaló: “En este tema de la convivencia, más allá de una ley debe haber alguna reforma…”.
Pero, ojo: aquí está el meollo de la postura del Gobernador del Estado y que, sin duda, será la “línea” que sigan los diputados de la fracción parlamentaria del PRI en el Congreso del Estado: Reforma al Código Civil que garantice a quienes viven bajo un mismo techo “la protección jurídica en función de los tratados internacionales y de la propia Constitución”.
Sé que al interior de la bancada del PRI en el Congreso las posturas sobre este tema son encontradas: Seis en contra y 11 a favor, aparentemente. Pero en la fracción del PAN y del Partido Movimiento Ciudadano son en contra. Ahí son 18 (13 del PAN y 5 del PMC). El diputado independiente, Ricardo Rodríguez, está a favor. Y Jesús Palos, diputado del Partido Verde, no obstante que firmó la Ley a favor… ¡votará en contra!
En un ejercicio imaginario por lo que ha trascendido, podríamos decir que al interior del Congreso hay 25 votos en contra: 6 del PRI, 13 del PAN, 5 del PMC y 1 del PVEM. Y 14 a favor: 11 del PRI, 2 del PRD y 1 independiente.
Hasta donde sabemos, esta correlación de fuerzas a favor y en contra no se modificará si lo que está en discusión es la creación -subrayo: creación- de una nueva Ley – subrayo: Ley- que promueva un tercer estado civil -subrayo: un tercer estado civil-, en Jalisco.
Cosa diferente sería si lo que se pone en la mesa del pleno es el análisis y la discusión de reformas al Código Civil de Jalisco para que aquellos que deseen vivir bajo el mismo techo (“sean dos o más personas”, dixit Aristóteles Sandoval)  tengan garantizada “la protección jurídica en función de los tratados internacionales y de la propia Constitución”.
Ha trascendido que es ahí, en la reforma al Código Civil, donde los priistas en el Congreso estarían dando su voto a favor. No más, según han dicho.
En este marco, entendemos ahora la decisión de la Comisión de Derechos Humanos -que preside el priista Hugo Gaeta- de no someter hoy a votación el dictamen a favor hasta en tanto no se lleven a cabo… ¡foros de consulta!
Claro, también todo dependerá de la “encerrona” que sostengan los diputados priistas con su dirigencia estatal.
Y si no, al tiempo.