Acostumbrado a banalizar la figura del presidente municipal desde que asumió el cargo en Zapopan el uno de octubre pasado, Jesús Pablo Lemus Navarro subió ayer poco antes del mediodía a su cuenta de Twitter la fotografía que acompaña este texto con la siguiente anotación:
“Se descompuso la camioneta que me dejó el gobierno pasado, pero aún así nada nos detendrá”.
Dicha fotografía desató diversas opiniones:
“¿Podrá avanzar una camioneta automática empujándola?”, preguntó alguien.
“Frivolidad pura”, opinó otro.
“Si en dos meses no se dieron cuenta de la falla de un auto, ¿qué podemos esperar de las fallas en la administración pública?”, terció otro.
“Pura comedia y cero resultados en Zapopan”, opinó alguien más.
“La verdad con la camioneta es que no saben manejar, lo único es empujar”.
“Pero, ¿cómo empujan una camioneta automática y blindada? ¿O la estaban ‘orillando a la orilla’?”, cuestionó y bromeó otro.
“Pero esa camioneta es de él (de Jesús Pablo Lemus)”, reveló alguien más.
“¡Qué flojera de Pablo Lemus!”, se lamentó una dama.
“Curioso que los tres tengan el mismo pie en el mismo lugar (¿cuál coreografía?)”, observó uno más.
“No hablen mal por favor de nuestro próximo candidato a gobernador. ¡Ya dijo que va!”, refirió uno más entre bromas y veras.
Sin duda que la publicación de fotografías como la de arriba darán mucho de qué hablar, pero también son bastante significativas que hablan del protagonista de la misma, máximo cuando no hay coincidencia entre la imagen y el texto que la acompaña, porque lo primero que cualquiera se preguntaría es: ¿Quién es el irresponsable que no está al tanto del estado que guarda la unidad que traslada a un alcalde, llámese como se llame y sea del partido que sea?
Y de ahí otras preguntas más que los comentarios arriba referidos dejan al descubierto: ¿Es esa la camioneta que utilizó Héctor Robles durante su trienio o es, como alguien revela, la camioneta particular, propiedad, del presidente municipal? Si es una camioneta automática y blindada, ¿qué es entonces esa payasada de posar como si se le estuviera empujando para echarla a andar?
Si un político es capaz de hacer cualquier cosa con el propósito de “vender” su imagen como la de “alguien común y corriente”, entonces debo reconocer que quien hizo el último comentario tiene razón: El alcalde de Zapopan está decidido a competir contra su mentor, que gobierna Guadalajara, por la candidatura al gobierno estatal en 2018.
Pero sea payasada, simulación o mera escenografía, al observar dicha imagen no me queda otra cosa que explamar: ¡Dios nos agarre confesados si así piensa conducir, a empujones, el gobierno de Zapopan!.
¿O usted qué opina?