Los habitantes de Barra de Navidad aseguran que el paso del huracán Jova fue benévolo con el lugar y sus efectos no fueron tan graves como se esperaba, comparado con lo sucedido en Cihuatlán y Melaque, las poblaciones más cercanas.
Cabe señalar que en este lugar turístico,  el fuerte oleaje que comenzó a registrarse desde junio provocó que muchas de las fincas, particularmente restaurantes, cedieran en sus cimientos y parte de ellos se aflojaran o se vinieran abajo, como fue el caso de “Panchos” y “Nachos”.
Eso sucedió también con la caseta de la capitanía del puerto que ya no era utilizada y que se vino abajo por dicho oleaje, por lo que fue derribado por completo.
Restaurantes como el “Sea Master” (color amarillo) (foto 1) y el “Mar y Tierra (foto 2),  en cambio, si sufrieron los efectos de Jova, pues sus propietarios no previnieron lo que ya se les había advertido con anticipación lo que sucedería, y terminó partiéndose en dos, el primero, y parte del mismo y su techo, el segundo, como se observa en las gráficas arriba presentadas.
Quien también sufrió las consecuencias de Jova fue una casa particular, de la familia Cuevas, cuya barda del jardín se vino abajo. Véase la secuencia de las fotos 3 y 4, de cómo estaba antes del huracán y cómo quedó despuúes.
Asimismo el hotel “Barra de Navidad” sufrió el desprendimiento de la barda que da a la playa (foto 5).
Sin embargo, dicen los pobladores, los daños fueron prácticamente menores ante la fuerza de los vientos y el agua que provocó severos daños en otros lugares cercanos.