Si bien los aspirantes presidenciables del PAN no cuentan aun con una estructura de apoyo en Jalisco -la de Josefina Vázquez Mota comienza a integrarse, al igual que la de Santiago Creel Miranda-, saben la importancia que tiene la militancia jalisciense para sus aspiraciones.
No es extraño que Alonso Lujambio y Ernesto Cordero, en sus recientes visitas, analizaron sus posibilidades de sumar apoyos de entre la base blanquiazul y “tantearon” el terrno, como tampoco es extraño que Vázquez Mota haya elegido a Guadalajara como una de las sedes para presentar su informe de actividades legislativas, aun y cuando no sea diputada por este entidad ni por la circunscripción.
Mucho menos extraña que Santiago Creel haya decidido no sólo regresar a concluir la agenda que quedó pendiente el fin de semana pasado sino que ahora haya decidido ampliarla al considerar realizar una gira por tres días, como lo adelantamos anteayer por la noche.
Y todo eso no nos extraña cuando anotamos que la militancia panista en Jalisco representa nada menos que casi el 10 por ciento de la militancia en todo el país. ¿Eso no será suficiente para que quien aspire a ser candidato voltee sus ojos a Jalisco?
A eso hay que agregarle que el gobernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez, es uno de los aspirantes a la candidatura en disputa.
A nivel nacional el PAN tiene registrados, en números cerrados un millón 800 mil militantes -entre activos y adherentes-, que se prevé sean quienes elijan al candidato presidencial. De ese total, entre 140 mil y 150 mil están en Jalisco.
¿No es eso suficiente motivo para que quien quiera ser candidato a la Presidencia venga y “apapache” a los panistas jalisciense?
Y mire que Emilio González no lo ha hecho del todo, ¿eh?