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Julio César Hernández
Si deveras los priistas se precian de ser respetuosos de sus propios estatutos -así como demandan a sus contrarios el respeto a las leyes-, entonces la elección del nuevo dirigente del Comité Directivo Estatal deberá de llevarse a cabo el próximo 12 de octubre, que es lunes y que coincide con la Romería de Zapopan.
Esto, en función de las invitaciones que ya corren para la realización de la III Sesión Ordinaria del Consejo Político Estatal que tendrá lugar mañana al mediodía en el hotel Crown Plaza, y en cuyo punto número cinco de la orden del día se establece: “Dar cumplimiento a lo señalado en el artículo 164, párrafo segundo de los Estatutos del PRI”.
¿Y qué establece este artículo? Lo siguiente:
“En ausencia definitiva del Presidente, el cargo lo ocupará el Secretario General, quien convocará a elección en un plazo de 60 días al Consejo Político que corresponda, para que proceda a realizar la elección del Presidente sustituto que deberá concluir el periodo estatutario correspondiente…”. 
Si sé leer y entender, lo anterior es lo que se efectuará el día de mañana en el pleno del Consejo Político de acuerdo a la orden del día que es bastante claro: “Dar cumplimiento a lo señalado en el artículo 164, párrafo segundo de los Estatutos del PRI”.
No hacer lo anterior sería no respetar lo que establece el orden del día y violar sus propios Estatutos, lo que por supuesto exhibiría a los priistas que se asegura pretenden dar “golpe de Estado” o “asaltar la dirigencia”, supuestamente por instrucciones de su propia dirigente, Beatriz Paredes Rangel, echando por tierra la supuesta transformación y modernización del PRI.
Y es que dar cumplimiento a lo señalado en el artículo 164, segundo párrafo, es eso, dar cumplimiento y hacer exactamente lo que dice, tarea que le corresponderá a Patricia Retamoza Vega, quien en el lapso de esos 60 días tendrá que lanzar la convocatoria respectiva, independientemente de que hay varios aspirantes o un candidato de unidad o único, eso ya será cosa de los propios priistas.
Hacer todo lo contrario, entonces quizás poca autoridad moral tendrían los priistas para exigir se respete la voluntad popular de los ciudadanos de Gómez Farías y San Cristóbal de la Barranca, cuando ellos no son capaces de respetar ni la orden del día ni sus Estatutos.
Ya veremos qué paso se atreven a dar mañana.