Por Hugo Luna

Así se encuentra la clase empresarial de la localidad a raíz de la segunda vuelta que se tendrá que desarrollar para elegir presidente para el Consejo Económico y Social de Jalisco (CESJAL) el próximo martes 18 del presente.

El espíritu del agandalle es el que habita los pasillos de los organismos cupulares de la iniciativa privada.

Y es que la salida por la puerta de atrás de Eduardo Orendaín del CESJAL orquestada por algunos miembros del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), en particular Tomás López Miranda ha ocasionado enconos, animadversiones, confrontaciones y divisiones en el gremio.

Una muestra lo es; que esta jugada de ajedrez diseñada por estos hombres de negocios ya arrojó al primer cadáver político; en la persona de Mauro Jiménez Iñiguez. Este personaje preside al Consejo Agropecuario de Jalisco (CAJ) y también dirigió los destinos de la Unión de Comerciantes del Mercado de Abastos (UCMA).

Iñiguez Jiménez por el hecho de representar al CAJ le daba el espacio natural en el CESJAL y a la vez de ocupar la silla de la UCMA aún cuando dejo de ser presidente del la citada organización hace varios meses. Pero a alguien se le ocurrió la fabulosa idea de hacer un movimiento “táctico” con la finalidad de garantizar el triunfo de Tomás López Miranda. Es decir; López Miranda releva a Mauro Jiménez en la representación del CAJ ante el CESJAL. Les falló Pitágoras.

Pero la Comisión Electoral del Consejo Económico y Social determinó remover a Mauro Jiménez como representante de la UCMA ante ese organismo, lo que generó su salida del mismo.

Y de esa manera permitir ocupar esa posición a Luís Guzmán González, presidente de la UCMA, quien debió estar al frente desde el inicio de su periodo, por cierto a Mauro Jiménez se le suspendieron sus derechos y obligaciones en la Unión de Comerciantes del Mercado de Abastos.

Mauro Jiménez no se cansa de emitir declaraciones en el sentido de que fue despojado por el órgano electoral interno del CESJAL y que no se vale ese tipo de argucias. Sólo hay que recordarle a Jiménez Iñiguez que con esa serie de argucias ganó la presidencia del CAJ apoyado por su jefe político Francisco Conejo Cejudo.

A esta novela le faltan muchos capítulos para llegar a su fin; pero lo que demuestra la historia de la misma es que la condición de algunos empresarios de Jalisco que buscan afanosamente el poder por el poder; cada día es más frágil, turbulenta, ambigua y descarada.