No hay duda que Dante Delgado Rannauro sabe ser agradecido con quienes acuden a su auxilio… con sus “asegunes”.
Y es que así ha sido con Andrés Manuel López Obrador, a quien no le ha regateado apoyo alguno a través de su partido que de llamarse Convergencia desde su nacimiento lo rebautizó como Movimiento Ciudadano para darle una mayor identificación con el dos veces ex candidato presidencial.
Sin embargo, Delgado Rannauro sabe ser agradecido pero con sus limitaciones, pues al parecer no está dispuesto a entregarle la fraquicia del PMC al señor López para que sin mayores dificultades transforme a su hoy movimiento MORENA en un partido político.
No, Dante Delgado quiere mantener en su poder al Partido Movimiento Ciudadano y para el cual anda en busca de un dirigente nacional, toda vez que quien fungía como tal, Luis Walton Aburto, tuvo que dejar el cargo al ganar la presidencia municipal de Acapulco.
Bueno, pues ni tardo ni perezoso el veracruzano Dante le puso sobre la mesa la dirigencia nacional del PMC a quien prácticamente le debe el haber conservado su registro: Enrique Alfaro Ramírez.
Si, hace aproximadamente un mes Delgado Rannauro le ofreció a Alfaro Ramírez -¿elección democrática? ¿para qué?- ser el sucesor de Walton Aburto al frente de su partido, invitación que extrañamente el ex alcalde de Tlajomulco no rechazó inmediatamente en congruencia con su postura y declaración pública en contra de los partidos políticos y el militar en ellos.
Claro, para ser dirigente del PMC no se requiere ser militante -¡vaya absurdo!-, pero por supuesto que muy mal se vería que lo lidereara alguien que no tiene militancia en él y que se opone a ser militante.
Enrique Alfaro, en lugar de rechazar inmediatamente esta oferta, se dedicó a cabildear entre sus allegados la conveniencia o no de aceptar tan tentadora invitación, a diferencia de cuando con mayor rapidez agradeció y no aceptó la invitación a formar parte del equipo de gobierno de Miguel Mancera, en el Distrito Federal.
Cuentan que hubo voces que le hicieron ver su incongruencia entre su discurso contra los partidos políticos y el aceptar dirigir nacionalmente a uno de ellos, aun y cuando no registrara su militancia, decisión que, además, poco le ayudaría a su aspiración a ser candidato del PMC a la presidencia municipal de Guadalajara en 2015.
Por el contrario, le advirtieron, aceptar dirigir al Partido Movimiento Ciudadano acabaría con su aspiración.
Fue así, pues, que apenas la semana pasada, antes de partir rumbo a París acompañando a Marcelo Ebrard, Enrique Alfaro declinó ante Dante Delgado su invitación a ser el dirigente nacional, quizás contra todo su pesar, pues nos aseguran que sí le “brillaron los ojos” ante esa posibilidad.