Por Julio César Hernández

En su libro Manual de redacción e investigación documental (Edit. Trillas 1984), Susana González Reyna señala: “Todos sabemos escribir porque desde los primeros años de instrucción escolar nos enseñan las letras, las palabras, las oraciones y los párrafos. Sin embargo, años más adelante nos percatamos de que esa enseñanza no es suficiente para expresar con claridad lo que pensamos y lo que sentimos. Se nos manifiesta la necesidad de saber redactar, de saber exponer de manera coherente y precisa las ideas y las emociones…”.

Y agrega: “Una mala comunicación provoca problemas que pueden tener una gran trascendencia. Las brillantes ideas se opacan al expresarse mal (…). En fin, quien logra una buena comunicación logra gran ventaja en todos aspectos”.

La razón que tiene González Reyna en la referencia anterior, queda de manifiesto en la iniciativa de reforma de la Ley Orgánica del Poder Legislativo que presentó el lunes pasado el diputado Jorge Salinas Osornio, y en cuyo uno de sus párrafos la falta de una coma (,) y la mala colocación de este signo de puntuación, generó toda una polémica que dio al traste con la intención inicial del legislador de promover la transparencia en el manejo de los recursos públicos en el Congreso.

En el punto número cinco, del artículo 27 Bis -de la asignación de recursos a los Grupos Parlamentarios-, Salinas Osornio establece lo siguiente: “5. La Dirección de Control Presupuestal de la Secretaría General, se responsabilizará de la protección de la información del ejercicio que realicen los Grupos Parlamentarios con los recursos financieros otorgados a través de subvenciones, y de proceder a su reserva”.

Este punto, así redactado, refería mantener en la opacidad la información de los recursos públicos, y no se transparencia.

Pero fue un signo de puntuación -la coma (,)-, y por supuesto quien lo redactó, el que generó toda la polémica, pues lo que se quiso decir fue muy diferente a lo ahí redactado.

Parafraseando a aquel bien recordado vocero presidencial, lo que el diputado Salinas quiso decir, fue lo siguiente (ya con la puntuación corregida), de acuerdo a la aclaración enviada por sus colaboradores: “5. La Dirección de Control Presupuestal de la Secretaría General, se responsabilizará de la protección de la información del ejercicio que realicen los Grupos Parlamentarios con los recursos financieros otorgados a través de subvenciones y, de proceder, a su reserva”.

En esta corrección, ya se coloca la primera coma en donde debe de ir y se agrega una segunda coma que da sentido real al espíritu de la iniciativa entregada por el diputado Salinas Osornio.

No hay duda, pues, que una simple coma puede colocar contra la pared hasta a un diputado, por muy coordinador que sea.