La candidata presidencial de Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum Pardo, por fin visitó Jalisco el sábado pasado para cumplir una agenda aparentemente de puro compromiso: una firma de convenio de colaboración con los presidentes municipales de Morena; una reunión-comida con un grupo de industriales que tuvieron que pagar 500 pesos por escuchar su discurso y conocerla personalmente; y una conferencia sobre el medio ambiente al estudiantado del Centro Universitario de Tonalá, a la que asistió el rector general Ricardo Villanueva Lomelí.

De todos estos eventos, no hay que perder de vista éste último, en el que el rector Villanueva Lomelí se empeñó en dejar claro que nada tenía que ver con el ambiente electoral y al que calificó de “ruido”. Pero ya sabemos lo que quieren decir cuando se niegan las cosas: que en realidad es todo lo contrario. Y en este caso así parece ser.

Contra lo que se diga, este encuentro entre Sheinbaum y los universitarios no es sino una señal más del entendimiento que existe ya -como aquí en Marcatextos lo hemos subrayado reiteradamente-, del Grupo Universidad con el gobierno de la 4T. Y para que no quede duda de ello, se invita al CUTonalá a la favorita de Palacio. ¿O por qué no se invitó o se ha invitado a Marcelo Ebrard Casaubon a dictar una conferencia sobre relaciones exteriores, por ejemplo? ¿O a Ricardo Monreal sobre el tema legislativo, particularmente cuando el Senado ha abordado y tiene por abordar temas legislativos tan trascendentes para el presente y futuro del país? No menciono al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, porque quizás sus labores como responsable de la política interior no sean motivo de difusión, más por discreción y sigilo que por no tener importancia. Pero, además, él tiene otra tarea qué cumplir, de la que pronto hablaremos.

Pero no. Se le abrieron las puertas de un Centro Universitario de la Universidad de Guadalajara a la candidata del presidente López Obrador, lo que es ya induscutible e inocultable. Las señales son muy claras y seríamos muy ingenuos si creemos que el Grupo Universidad y su líder, Raúl Padilla López, no lo han captado o no lo saben. Por supuesto que desde donde se toman las grandes decisiones pidieron se diera ese espacio para la Jefa del Gobierno capitalino. Y se cumplió.

Vamos, fue un gesto más que habla y demuestra la alianza 4T-Grupo Universidad.

Y lo que falta aún por ver. Hoy apenas comienza con la creación de la asociación civil Alianza Patriótica por la 4T, primero, y la anfitrionía para Sheinbaum Pardo, segundo. Dudo que veamos pronto a Ebrard, Monreal o López pisar un Centro Universitario de la UdeG, aunque es más factible que éste último algún día lo haga, pero dentro del plan o proyecto existente para fortalecer las aspiraciones y posibilidades de Claudia.

Sí, efectivamente no vimos a muchas figuras políticas del morenismo jalisciense, pero algunos enviaron a sus representantes; otros se ausentaron por estrategia; y algunos más porque creen que Ebrard o Monreal pudieran tener, finalmente, la simpatía presidencial para lograr la postulación. Pero nada más lejano que eso. Y eso lo saben muy bien ambos aspirantes.

Por eso, no hay que perder de vista las consecuencias que traerá la visita de Sheinbaum al CUTonalá, y esas se irán confirmando a través de algunas señales que el Grupo Universidad se envargará de que se conozcan.

Y sino, al tiempo…