En febrero de 2019 el alcalde de Zapopan, Jesús Pablo Lemus Navarro, declaró que las suspensiones emitidas por el Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) servían para dos cosas: ” para nada y para lo mismo”, y confesó que “me las paso por el arco del triunfo” (El Occidental 05/02/ 2019).

A 15 meses de aquella confesión sigue pensando lo mismo y actuando igual, porque contra lo que establecen los decretos emitidos por el gobernador Enrique Alfaro Ramírez el 17 y 31 de mayo sobre la reapertura de negocios no esenciales, y la advertencia lanzada por el mismo Mandatario estatal, Lemus Navarro decidió tomar su propio camino y poner en riesgo de contagio a los zapopanos al permitir la reapertura de negocios no esenciales sin contar con el distintivo obligado.

El domingo en su cuenta de Twitter escribió: “… En Zapopan bastará con que estén registradas y que coloquen su carta compromiso en un lugar visible” para que los negocios no esenciales vuelvan a abrir.,

Y ayer, en una entrevista radiofónica con Notisistema, Jesús Pablo reveló que 6 mil negocios de Zapopan se registraron en la plataforma estatal e iniciaron el trámite obligado por el protocolo para obtener el distintivo necesario para volver a abrir. Sin embargo, dijo que ante la incapacidad de llevar todas estas calcomanias -dando por hecho que todos esos negocios serían aprobados-, con “solo pegar el trámite y la carta compromiso de las medidas sanitarias” en el ingreso del negocio “van a poder funcionar”, pues si no les llegó la calca fue “por una razón ajena a sus negocios”.

El propio presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara, Xavier Orendáin de Obeso, reveló que a ese acuerdo llegó con Lemus Navarro y que platicaría con el alcalde de Guadalajara, Ismael del Toro Castro, para convencerlo de hacer lo mismo, no obstante que aquel forma parte del Comité de Reactivación Económica en el que supuestamente se diseñó el protocolo a cumplir por los negocios y comercios.

Es indudable la necesidad de muchos negocios de reabrir ante la urgencia de tener ingresos económicos para sostener a sus familias, pero el que la propia autoridad municipal no acate los lineamientos establecidos por el Gobierno del Estado para que estos negocios no esenciales operen nuevamente, es una invitación que hace esa misma autoridad para que los negocios abran “a la brava” -como ya muchos lo hicieron desde semanas atrás-, sin cumplir los requisitos, y con el alto riesgo de provocar el incremento de contagios de Coronavirus.

El sábado en su video, Alfaro Ramírez se “mofó” de que a su gobierno lo calificaran de autoritario “por hacer valer el principio de que las reglas son para cumplirse”, pero ahora quien se mofó de él fue Lemus Navarrro al pasarse también por “el arco del triunfo” lo que el gobernador dijo en ese mismo video: “Vamos a ser muy estrictos en el cumplimiento de estas disposiciones (para poder reabrir)… No es broma”.

Al parecer para Lemus sí fue una broma la advertencia de Alfaro, pues para él sólo basta que los negocios no esenciales coloquen a la vista los documentos con el que realizaron su trámite y la carta compromiso de cumplir con las medidas sanitarias, sin esperar a que, como lo establece el Decreto, “las Secretarías de Desarrollo Económico y de Trabajo y Previsión Social de Jalisco” y las propias autoridades municipales, visiten “el domicilio del negocio para llevar a cabo la validación del cumplimiento de las medidas, protocolos y compromisos” para, entonces sí, recibir el distintivo que les permita reabrir.

Para el ciudadano, ver afuera de un establecimiento el distintivo oficial es garantía de que ese negocio no sólo cumplió con los requisitos impuestos por la autoridad sino que fue verificado por esa misma autoridad. Eso genera confianza. Pero, ¿quién garantiza que se cumplieron los requisitos si sólo están pegados en la pared dos documentos que indican que se realizó un trámite?

Lemus Navarro no debe ni puede jugar así con la salud de sus gobernados. El Coronavirus no es una broma.

¿Y qué dicen de esto los titulares de las secretarías obligadas a verificar el cumplimiento de las reglas, Ernesto Sánchez Peoal y Marco Valerio Pérez? ¿Exigirán el respeto al Decreto, cuyo espíritu es evitar la escalada de contagios, o terminarán cumpliendo el papel de “floreros” ante la flagrante violación en sus narices y en las de Enrique Alfaro, de lo establecido en los decretos?

¿O qué Enrique Alfaro no presumía que “las reglas son para cumplirse”, que en su gobierno “vamos a ser muy estrictos en el cumplimiento de las normas” y que su advertencia -o amenaza- “no es una broma”? ¿O todo fue solamente “de dientes para afuera”, como dicen popularmente?

Porque entonces alguien se está riendo en Zapopan…

Pero reitero: Si ya de por sí permitir la reapertura de negocios no esenciales en pleno crecimiento de la “curva”, aún cumpliendo con los requisitos establecidos, es un enorme riesgo de que los contagios se incrementen velozmente, ¿qué panorama esperamos cuando se relajan las exigencias y la autoridad permite la reapertura de más negocios no esenciales sin verificar que hayan cumplido con esos requisitos que la propia autoridad estableció?

Subrayo: Si autorizas la reapertura de negocios no esenciales, obviamente estás “invitando” a que la gente salga de su casa a realizar compras no esenciales. Pregunto: ¿Entonces quiénes son los irresponsables”?

Al tiempo…