Cuentan que el dictamen que elaboró el Comité de Asuntos Internos del Comité Estatal del PAN, tras escuchar la posición de los diputados panistas miembros del “Bloque Opositor”, daba “luz verde” a la dirigencia de su partido para que el caso de Guillermo Martínez Mora, Alberto Esquer y Víctor Manuel Sánchez fuera planteado ante la Comisión de Orden.
Sin embargo, dicho trámite se “congeló” tras la primera visita que hizo el coordinador de diputados locales del PAN, Carlos Alberto Pérez Cuevas, y en la que se acordó abordar este complicado asunto tras una “encerrona” de Pérez Cuevas con la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso del Estado.
Esta “encerrona” se dio el lunes y martes en Tapalpa, donde entre otros puntos se abordó el caso de los diputados “rebeldes” y se les pidió que se deslindaran públicamente de su alianza con los alfaristas diputados del Partido Movimiento Ciudadano, con quienes conformaron y se autodenominaron “Bloque Opositor” -lo de “G-9” es un invento de los medios de comunicación-.
Martínez Mora, Esquer y Sánchez se negaron rotundamente a deslindarse de manera pública de sus compañeros de curul alfaristas, se negaron a romper esa alianza que -dicen- “amarraron” con el propio Enrique Alfaro Ramírez en la casa del ex presidente de la Coparmex, actitud que despertó sospechas en el resto de sus compañeros de partido y bancada y del mismo Cuevas Pérez.
Ante el fracaso de esta “encerrona” que los tres diputados rebeldes “reventaron” al abandonarla abruptamente, se asegura que se vuelve a reactivar el proceso iniciado en el Comité de Asuntos Internos. O sea, que el expediente del “Caso Guillermo-Víctor-Alberto” siga su curso hacia la Comisión de Orden, donde se determinaría si se da o no el siguiente paso, que sería abrirles un proceso de expulsión.
Y todo parece que así sera, pues los panistas integrantes del “Bloque Opositor” han reafirmado y confirmado que no romperán su alianza con los alfaristas del Partido Movimiento Ciudadano, alianza que ellos insisten que no es partidista cuando en los hechos eso ha quedado más que demostrado. Verbigracia, el desplegado en el que convocan a los abogados a no registrarse como aspirantes a magistrados.
Tanto Víctor Manuel, como Alberto y el propio Guillermo insisten, una y otra vez, que son panistas, que siguen y seguirán perteneciendo al Partido Acción Nacional, como si ellos mismos quisieran estar convencidos de ello.
Sin embargo, insisten en mantenerse como aliados del alfarismo antes que del panismo; o sea, con los integrantes de su propia banacada.
¿Hasta dónde llegará, pues, esta nueva novela al interior de Acción Nacional? Nadie sabe. Pero no ha faltado quien propone que los tres diputados aun panista sigan el ejemplo de Fernando Elizondo, ex gobernador de Nuevo León, quien renunció a su militancia por no estar de acuerdo con la situación actual del PAN.
Víctor, Guillermo y Alberto, ¿tendrán el valor para dar ese paso? ¿O esperarán a que la “guillotina” caiga sobre su “cabeza”?
Al tiempo…