Así como en el transcurso de la pandemia del coronavirus desde el gobierno del Estado se “sacaron de la manga” una Fase Cero y luego una Fase de Responsabilidad Individual, ahora se sacan que había un plan debidamente diseñado de año y medio para que la Coordinación General Estratégica de Seguridad diera buenos resultados… ¡y los dio!

Por ese “éxito” -entre comillas- logrado, el gobernador Enrique Alfaro Ramíreza decidió destituir de su cargo como titular de esa coordinación a Macedonio Tamez Guajardo y llevárselo a su despacho para que haga el trabajo de algo así como del “mil usos”. O al menos así lo dió a entender cuándo le preguntaron qué haría ahora el ex alcalde de Zapopan.

Primero, Alfaro dijo que Tamez Guajardo se integraba a su despacho a “cumplir tareas específicas”, pero cuando le preguntaron qué tareas, entre titubeos respondió:

“La función que tendrá el doctor… eh… estamos… eh… terminando de precisarla… eh… me va a ayudar en temas que serán parte de un reajuste que voy a hacer después del primer año y medio de trabajo… le encomendaré distintas tareas…”.

Curiosamente, un día antes el presidente de la Comisión de Justicia y Seguridad del Congreso del Estado, diputado Enrique Velázquez, declaró que la salida de Macedonio Tamez podría deberse a amenazas recibidas, tema que no fue ni siquiera deslizado por el Mandatario ni del que le preguntaron los reporteros.

Sin embargo, fuentes cercanas al Ejecutivo me comentaron que la figura de Tamez Guajardo se había desgastado ya mucho frente al gobernador y que esa podría ser una de las causas de su remoción.

Pero hay otros detalles y datos que hacen todavía más confuso el cese de quien fuera cabeza del gabinete de Seguridad en el Estado y que no abonan en nada a la credibilidad del argumento esgrimido ayer por el gobernador en la rueda de prensa que ofreció y en la que, además de refutar y pelearse con sus críticos como es su costumbre, destacó los presuntos logros obtenidos en apenas un año de su gobierno y que se concentran en la reducción del 40% de la incidencia delictiva, cifra muy distante a la percepcion y experiencia personal que tienen los jaliscienses.

Entre esos detalles y datos que generan dudas sobre las verdaderas razones de un relevo intempestivo, sobre la marcha y avanzado apenas un año y medio de gobierno, en la cabeza de un área tan importante, trascendental y vital para el estado como es la seguridad pública, destacan:

  1. Se ejecuta a poco más de un mes de que se revelara públicamente el reprobable asesinato de Giovanni López por policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos, caso que no pudieron manejar y que se les salió de las manos, y que además arrojó revelaciones como que muchos uniformados no estaban certificados.
  2. Sucede a poco más de un mes de la violenta manifestación por la muerte de Giovanni y el aún no esclarecido “halconazo” del 5 de junio, cuando el propio Tamez reconoció oficialmente que hubo detenciones de jóvenes que apenas se dirigían a una manifestación a las puertas de la Fiscalía.
  3. Se registra cuando hace poco más de un mes el Gobernador y el Fiscal reconocieron que la Fiscalía estaba infiltrada por la delincuencia organizada.
  4. Se despide al coordinador de Seguridad apenas días después de que el gobernador hace pública la supuesta declaración de un sicario detenido sobre un presunto plan para atentar contra la vida del Ejecutivo, versión que no ha sido confirmada por ninguna instancia del gobierno federal.
  5. Se le destituye apenas horas después de que el secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza, se reúne con jóvenes que fueron víctimas del “halconazo” (el lunes); se “filtra” ese mismo día para ser publicado al día siguiente (martes), día en que se deja correr infinidad de especulaciones, versiones, análisis y declaraciones sobre algo que no se había ni confirmado y mucho menos realizado (lo hicimos aquí en Marcatextos); y es hasta ayer miércoles que se confirma y oficializa.

Con todo este contexto, ¿es creíble la explicación de que desde el inicio de la administración estaba fríamente calculado que el trabajo de la Coordinación General Estratégica de Seguridad estaba programado para que exitosamente diera resultados en año y medio, como lo dijo ayer Alfaro Ramírez?

¿En serio Macedonio Tamez exitosamente supervisó la reestructuración de la Fiscalía -donde la delincuencia organizada se les “metió hasta la cocina” y al parecer ahí sigue porque no han informado que se haya hecho con éxito una depuración de la misma-; coordinó la creación de una Policía Metropolitana que sigue brillando por su ausencia y, por tanto, sin resultados positivos para la ciudadanía; consolidó el C-5, del que hasta el momento no han sido hecho públicas las imágenes del “halconazo”; coordinó el trabajo con el gobierno federal en materia de seguridad; diseñó el mecanismo de articulación con la Guardia Nacional; creó y operó la Mesa Estatal de Seguridad; restructuró el Consejo Ciudadano de Seguridad; reorganizó integralmente el Instituto Jaliscienses de Ciencias Forénses; y replanteó integralmente el tema de las desapariciones?

Si Macedonio Tamez Guajardo obtuvo todos esos logros, ¿por qué removerlo apenas al año y medio de estar dando todos esos grandes resultados y mandarlo a realizar “diversas tareas” desde el despacho del Gobernador?

No hay duda que este gobierno ha resultado mejor “magazo” que el mismísimo Beto “El Boticario” (jóvenes, busquen en Google o You Tube quién fué este personaje), pues para todo se saca un “as de la manga”. Lo lamentable es que lo haga hasta en temas tan sensibles, serios y delicados como es la seguridad pública.

Sobre las cifras reveladas ayer por Alfaro respecto a los buenos resultados en materia de seguridad que llevan a concluir que en un año se bajó la incidencia delictiva en 40%, me gustaría escuchar la voz de los expertos y especialistas, aunque nada mejor que la voz de los propios ciudadanos.