Por Julio César Hernández

No hay duda de que Oscar García Manzano no está hecho para la administración pública.

Su incursión en ella ha sido un fracaso.

Primero como tesorero municipal con César Coll Carabias, en la pimera administración municipal panista. Luego como presidente del Fideicomiso de las 100 Manzanas. Y ahora como Secretario de Finanzas.

Las razones de su deserción han sido diversas, pero todas ellas en medio de la polémica.

Hay quienes dicen que García Manzano es un hombre de negocios, pero nada que sea público, pues apuntan también su fracaso como restaurantero, luego de que tuvo que deshacerse del restaurante Siglo XV que abrió precisamente en la zona de las Nueve Esquinas.

Lo que si dan por hecho es que ya no le quedaron ganas de regresar a un cargo público.

¿Será?