Cada vez que escuchemos al gobernador Enrique Alfaro Ramírez declarar que “no tengo interés en la arena electoral, ni en el 21 ni el 24”, que “no tengo aspiraciones políticas”, que “no tengo aspiraciones presidenciales” y “ni interés de ser candidato a nada”, como se lo dijo al Grupo Reforma, siempre hay que recordar dos cosas:

  1. Que en seis meses gastó 61.2 millones de pesos en 15 contratos con medios de comunicación de cobertura nacional (radio, televisión y prensa) para promocionar su imagen y sus acciones de gobierno. (Canal 44 – 20/06/2020).
  2. Que del 2011 a la fecha, desde que fue presidente municipal de Tlajomulco, luego alcalde de Guadalajara y hoy gobernador, junto con los gobiernos metropolitanos de su partido Movimiento Ciudadano y su partido mismo, han entregado más de 316 millones de pesos a sus tres empresas de comunicación favoritas: Euzen, La Covacha e Indatcom. (El Diario NTR Guadalajara 23/06/2020).
  3. Más lo que se acumule en lo que falta de su sexenio…

En el caso del primer punto, basta ejemplificar que a Televisa le destinó 15 millones de pesos; a Estudios Azteca 10 millones; a Grupo Imagen cinco millones; a TV Azteca seis millones; a El Financiero tres millones; a El Universal otros tres millones; a la revista Nexos, de Héctor Aguilar Camín, 5.6 millones en dos pagos; y a Editorial Clío, de Enrique Krauze, 4.3 millones de pesos, por mencionar a algunos, y sin considerar que no aparecen otros medios como Grupo Fórmula, por ejemplo.

En el segundo punto, el gobierno alfarista le ha entregado directamente 7.6 millones de pesos a La Covacha; 19.4 millones a Euzen; y 44.1 millones de pesos a Idatcom, sin contar los millones de pesos entregados a estas tres empresas cuando fue alcalde de Tlajomulco y Guadalajara.

Este gasto millonario en la promoción de su figura y de sus acciones de gobierno ha salido de las arcas públicas municipales y estatal, y si hacemos un recuento mental de la información que han difundido cadenas de televisión como Televisa, Milenio, TV Azteca e Imagen, o de radio como Milenio o Radio Fórmula, poco o nada tiene que ver con acciones de beneficio para los jaliscienses, pues gran parte de esas entrevistas tienen que ver con su confrontación con el gobierno federal, sabedor de que eso le genera simpatizantes a nivel nacional.

Al conocer la suma millonaria que un gobernante se gasta -para él sería una inversión- en promocionar su figura y promover sus acciones de gobierno, resulta una falta de respeto al sentido común de los ciudadanos asegurar que “no tengo aspiraciones presidenciales ni interés de ser candidato a nada”. Pero lo peor es que hay quien le crea.

A eso habrá que sumarle los millones de pesos, también del erario, que, se asegura, se guardan en el “cochinito” para las campañas venideras y que siempre se ha sospechado provienen de los “moches” que se incluyen en las licitaciones o adjudicaciones, o de los “donativos” que otorgan quienes fueron beneficiados por una “acción” de gobierno.

Quizás por ello también López Obrador instruyó al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, no registrar o avalar deuda solicitada por los gobiernos estatales con el pretexto de la pandemia, como ya le sucedió al gobierno de Querétaro, pues sospecha que su destino final serán las próximas campañas del 2021.

Así, pues, cuando volvamos a escuchar a Enrique Alfaro confesar que “ya no le interesa ser candidato a nada”, recordemos los millones de pesos de los jaliscienses que ha gastado en promocionar su figural a nivel nacional. Nada más eso.