En medio de la cruenta guerra intestina que vive el partido Morena en Jalisco, en el que las disputas van desde el desconocimiento de dirigencias hasta la petición de auditorías a las arcas partidistas, quien parece no distraerse y estar concentrada en su trabajo es la diputada Erika Pérez García, coordinadora de la fracción parlamentaria en el Congreso del Estado y actual presidente de la Junta de Coordinación Política.

Si algo hay que reconocer es que “el rumor de la discordia” no ha penetrado las filas de la bancada morenista y hasta el momento ninguno de sus integrantes ha contaminado su responsabilidad y actuación parlamentaria por los intereses electorales que están en juego dentro de su partido. Y ahí tiene que ver la mano de su coordinadora.

Pérez García ha comandado en el Congreso a su grupo como oposición de la fracción mayoritaria de Movimiento Ciudadano y del gobierno alfarista, pero ha sido cuidadosa en no sumarse a las acciones que como oposición también ha llevado a cabo Hugo Rodríguez Díaz, el controvertido y cuestionado delegado en funciones de presidente, pero desconocido como tal por la dirigencia nacional. Cada quien en su propia arena, ha de decir.

La legisladora ha logrado marcar una línea como oposición entre su grupo parlamentario y su partido, y todo indica que ha sacado mayor provecho ante la ciudadanía en materia de imagen, pues sus argumentos en tribuna han sido pensados, analizados, y eso le ha ganado simpatizantes, pues non sido vistos como simples “opositodos”.

En este sentido, sin duda que Erika Pérez tendrá que ser considerada por Morena para estar en las boletas electorales en el 2021 donde tiene tres opciones: 1. Reelegirse como legisladora; 2. Ser candidata a la presidencia municipal de Guadalajara; o 3. Candidata a la alcaldía de Tlaquepaque.

Pérez García ha aparecido en varias de las encuestas de aspirantes al gobierno tapatío con un buen puntaje, pero si por razones de género se define que en Tlaquepaque la candidata a la alcaldía será mujer, entonces será ella la que abandere la causa morenista para arrebatarle a MC el gobierno que desde 2015 está en manos de otra mujer: María Elena Limón García, a quien por cierto ya no se le ve con las simpatías naranjas.

Así, pues, mientras por un lado atestiguamos el “agarrón” que traen por la disputa de la dirigencia estatal de Morena, por el otro no hay que perder de vista a la diputada García Pérez que, salvo una sorpresa no vislumbrada por ahora, es seguro que veremos en la próxima boleta electoral.

Y si no, al tiempo…