Los diputados de la LXII Legislatura pasaron de la desvergúenza al cinismo en la imposición de Claudia Esperanza Rivera Maytorena, como consejera juez; de Tatiana Esther Anaya Zúñiga, como consejera “ciudadana”; y de Iván Novia Cruz como consejero “ciudadano”, todos ellos del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial.

Ya es por todos sabido que los tres nuevos consejeros impuestos no obtuvieron la calíficación (8.0) mínima para ser aprobados, pero que llegaron ahí gracias a los padrinazgos que los cobijan desde los más altos niveles de los gobiernos alfaristas del partido Movimiento Ciudadano, y para lo cual se prestó la mayoría de los diputados sin importarles el “cochinero” que hicieron y menospreciar a todos los que de buena voluntad, como las universidades, participaron en este proceso.

Ya no digamos que les importa la burla que le hicieron a la sociedad.

También se conoce que Rivera Maytorena fue la cuota para el PAN, concretamente para el grupo político de Octavio Esqueda; que Anaya Zúñiga -que estaba inhabilidada para ser consejera “ciudadana” por su calidad de funcionaria pública en Zapopan-, es cuota para Movimiento Ciudadana y en particular para el síndico zapopano Rafael Martínez, aunque se asegura que en realidad es un favor para el alcalde Jesús Pablo Lemus Navarro; en tanto que Novia Cruz, cuota también para MC, es pieza del titular de la Consejería Jurídica del gobierno estatal, Adrián Talamantes Lobato, aunque también se le relaciona con el jefe de Gabinete del Ayuntamiento de Guadalajara, Erik Tapia, como socios de despacho.

En este sentido, no esperemos que los nuevos consejeros impuestos acepten que no tienen los méritos para ocupar ese cargo y renuncien a él, sino que se cubrirán con aquel sabio dicho que dice: “no tiene la culpa el indio sino quien lo hace compadre”.

Con esta reprobable y repudiada actuación, los diputados evidenciaron también a su jefe político, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, quien en septiembre de 2019 aseguró en sus redes sociales que con la reformas al Poder Judicial y a su Ley Orgánica “se le pondrá un freno en seco a las cuotas políticas y a las mafias que venden la justicia, se eliminan privilegios grotescos a magistrados”.

Con lo sucedido el viernes pasado, quedó demostrado que las “mafias que venden la justicia”, como lo dijo el gobernador, se encuentran dentro de su grupo político y que los frenos se le “chorrearon” porque no pararon “en seco” las cuotas políticas en la designación de consejeros de la Judicatura en un “grotesco” espectáculo que dieron sus diputados.

Hoy las universidades que participaron en la elaboración del examen a que fueron sometidos los aspirantes, publicaron un desplegado en el que dicen que “expresamos nuestra inconformidad con la decisión de los legisladores de desconocer el proceso de evaluación que desarrollamos”; “lamentamos que se ponga en duda la honorabilidad, honestidad y ética de nuestros representantes; “expresamos nuestro extramiento por los mensajes de descalificación sobre nuestros representnates”; y “manifestamos nuestro desacuerdo porque las y los diputados (…) ignoraron la información resultante del proceso de evaluación…”.

Sin embargo, este desplegado, como las demás manifestaciones de inconformidad en contra de su decisión, a los diputados poco les importará, la asumirán como una queja más de las muchas ya conocidas, y sin duda alguna que en su momento disfrutarán del beneficio obtenido por haberse burlado de la sociedad jalisciense.

Así ha ocurrido con las demás Legislaturas que le antecedieron a la actual y no será diferente ahora.

Y si no, al tiempo…