Una vez más Enrique Alfaro juega con la curiosidad, la inquietud, el interés y la expectativa de los reporteros.
Los deja con la duda porque no quiere abrir en estos momentos todas sus cartas, aunque algunos ya sabemos con cuáles jugará. Y no porque leamos el futuro sino porque ese juego de Alfaro ya lo hemos visto, ya lo conocemos, ya está “cantado” y porque, por el momento, no tiene otro camino por seguir.
En rueda de prensa la semana pasada, el presidente municipal de Guadalajara le dijo a los reporteros de la “fuente” del Ayuntamiento tapatío que aún no define su futuro, que será hasta mediados de noviembre cuando lo haga y que, incluso, no descarta reelegirse en el cargo.
Ese juego lo vimos antes del 2015. No pocos se fueron con la “finta” y andaban dando “palos de ciego” adivinando si Alfaro iba o no a ser presidente municipal, si lo era por Guadalajara o Zapopan… y así se los “mareó” hasta oficializar lo que aquí en Marcatextos siempre sostuvimos: sería candidato a la presidencia municipal de Guadalajara. Lo fue y ganó.
Hoy podemos pronosticar el mismo escenario. Enrique Alfaro Ramírez será candidato al gobierno del Estado en 2018. No sabemos si lo será sólo de su partido Movimiento Ciudadano o formalizará una alianza -oficial o de facto- o coalición con el partido de la Revolución Democrática, que tanto a nivel nacional como local lo reclaman ya como su candidato a la gubernatura. Pero apostamos a que en ese acuerdo no entrará el partido Acción Nacional.
Alfaro Ramírez no se reelegirá. Jamás ha pasado por su mente repetir en la alcaldía, pero no podía negarlo ante la pregunta expresa que le hicieron. Tampoco buscará ser diputado local o federal, como tampoco senador. Mucho menos piensa en irse “a la banca” o quedarse en su casa a ver “Bob Esponja”.
No. El propio Enrique Alfaro trazó su camino y en él ha sumado a su grupo compacto cuyos integrantes ya tienen también muy claro cuál será su ruta a seguir para el próximo año, aunque algunos de ellos puede tropezarse o quedarse en el camino por diversas razones o motivos. Pero Alfaro no se desviará de su camino, aunque sin duda trabaja para hacerlo menos sinuoso, como es el impulsar el famoso Frente Ciudadano por México -él, tan incrédulo de los partidos políticos- que le aporte un candidato a la presidencia de la República con el cuál ir del brazo durante la campaña.
Lo hemos dicho: Enrique Alfaro busca un candidato presidencial con quién andar a lo largo y ancho del estado, porque si no lo tiene estará en desventaja con los candidatos de otros partidos que sí lo tendrán y eso significa un serio riesgo para sus aspiraciones. Alfaro no puede andar sólo, de la ceca a la meca, buscando el voto ciudadano sin una figura nacional que lo respalde, mientras sus adversarios del PRI hacen campaña con Narro, con Meade, con Nuño o con Osorio; o el del PAN se hace acompañar de Anaya, Margarita, Derbez, Ruffo, Romero Hicks o hasta Moreno Valle.
Alfaro apuesta a que el Frente Ciudadano logre sacar un candidato presidencial, llámese Ricardo Anaya, Margarita Zavala, Juan Ramón de la Fuente o inclusive Miguel Mancera, con quien pueda hacer campaña. Ir sólo, sin candidato presidencial, lo coloca en una peligrosa desventaja frente a sus adversarios.
Por eso Enrique Alfaro no confiesa abiertamente que sí será candidato a la gubernatura, pues primero quiere saber qué pasará con dicho Frente que también corre el riesgo de desvanecerse en los días por venir. Nada es seguro.
Pero “no se hagan bolas”, no coman ansias ni se desesperen. Las cosas ya están definidas si no hay sorpresa -y una verdadera sorpresa- de por medio: Enrique Alfaro Ramírez será candidato al gobierno de Jalisco.
Al tiempo.