De no tomarse una decisión política, a partir de marzo próximo, una misma familia tendrá (o tiene ya) injerencia en dos poderes del estado, la familia del gobernador electo Jorge Aristóteles Sandoval.
Actualmente, su papá, Leonel Sandoval Figueroa, ejerce como Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, cargo que desempeña mientras su nombramiento sigue impugnado en los tribunales.
A partir del primero de marzo, si las cosas se mantienen igual, su hijo Aristóteles será el Gobernador Constitucional de Jalisco y así, en una misma familia se estaría concentrando el Poder Ejecutivo y una influencia parcial -pero determinante- en el Poder Judicial, con todas las consecuencias institucionales que esto podría acarrear.
El riesgo en que se puede incurrir en otorgar a una sola persona o un solo grupo tanto poder, proveniente de dos poderes del estado, llevó al constituyente federal a integrar en el Artículo 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos esta prohibición: “No podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona o corporación”.
En ese sentido, es de entenderse que sí resulta fundamental una reflexión acerca de la pertinencia de que en una misma familia recaiga el Poder Legislativo y una parte importante del Poder Judicial.
Por supuesto que tanto padre como hijo podrán argumentar que el primero fue designado por el Congreso con anticipación a que el hijo fuera electo por la vía del voto popular Gobernador del Estado, pero por salud pública y política del estado sí amerita un debate público o una reflexión privada en torno a esta realidad, y a la que puede vivir Jalisco después del primero de marzo.
También podrán vislumbrar un posible retiro del magistrado Leonel Sandoval en las fechas previas a la toma de protesta de Aristóteles en marzo del 2013.
Sin embargo, los efectos de la influencia de padre e hijo en el Poder Judicial ya se pueden estar manifestando en la elección de quien será el próximo presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, una vez que concluya el actual período del magistrado Celso Rodríguez; elección que se realizará a mediados el próximo mes de diciembre.
Es ingenuo pensar que la condición de papá del próximo gobernador de Jalisco no convierte a Leonel Sandoval en mucho más que un simple magistrado y en una influencia determinante para la elección del próximo presidente del Tribunal.
Leonel Sandoval ha sido un factor determinante y una gran influencia en toda la carrera política de su hijo Aristóteles. Desde los tiempos de la política estudiantil su papá siempre ha estado al lado del próximo gobernador de Jalisco. Con él hizo mancuerna como diputados federal y estatal en el mismo distrito 11 de Guadalajara y estuvo muy activo en el primer intento de Aristóteles de ser el candidato del PRI a alcalde de Guadalajara.
Fue notoria su presencia e influencia mientras Aristóteles fue alcalde de Guadalajara y se convirtió en el constructor hiperactivo de una estructura estatal de apoyo a la precandidatura al Gobierno de Jalisco y en uno de los principales operadores de la campaña del 2012.
Pero, por el bien de las instituciones de Jalisco, las nuevas condiciones obligan a la reflexión y a la mesura a la familia Sandoval.