Por Julio César Hernández

“La guerra sucia que en el proceso electoral de 2006 protagonizaron algunos partidos políticos, hoy resurge, pero con un objetivo común: desestabilizar, desprestigiar y desmembrar al Instituto Electoral del Estado de Jalisco (IEEJ)…

“La guerra sucia no la ha iniciado el IEEJ y mucho menos la compartimos como recurso. La defensa del organismo será en el ámbito legal, sin denostar a las autoridades, actores o partidos políticos, velando por el respeto de la autonomía e independencia del organismo y de frente a la sociedad de Jalisco, a la que pertenecemos cada uno de los que integramos este organismo ciudadano”.

Este texto es parte del contenido del desplegado que el presidente del Instituto Electoral, José Luis Castellanos González, publicó ayer en los diarios Reforma y La Jornada, del Distrito Federal, y Mural, de Jalisco.

Es cierto, la guerra –que él califica de sucia-, no la inició el organismo electoral sino los diputados que al grito de “¡Viva la partidocracia!”, y con la mano en la cintura, decidieron deshacerse de los actuales consejeros electorales, por así convenir a sus intereses, no porque la reforma constitucional en materia electoral los obligue.

Sin embargo, “la defensa del organismo” que anuncia llevará a cabo quizás ya sea demasiado tarde, pues además de que el 50 por ciento más uno de los Ayuntamientos de Jalisco ya aprobó la reforma electoral que sentencia la desaparición del actual Instituto para crear otro que tendrá el añadido de “y de Participación Ciudadana”, los partidos pedirán su cabeza.

Se asegura que mañana los representantes del PAN, PRI, PRD, PANAL y quizás del Verde, ante el organismo electoral, se reunirán para redactar la petición dirigida al Congreso para que Castellanos sea removido del cargo, con fundamento al artículo 142 de la Ley Electoral estatal.

Entre otras causas, los quejosos sustentarán su petición en la negativa de José Luis Castellanos a convocar a dos sesiones extraordinarias solicitadas por ellos mismos, así como que sus declaraciones han violado los principios de certeza y parcialidad, concretamente en aquellas que hizo sobre las presuntas sanciones a que se hacían acreedores los partidos por violar los topes de campaña de 2006.

En estos días, los diputados tendrán en sus manos la solicitud de remoción de Castellanos González como presidente del IEEJ, aunque ya todos sabemos que sus horas con ese cargo están contadas.

Esta no es la primera ocasión que Castellanos González recurre a la publicación de desplegados en diarios de la capital del país con cobertura nacional, para denunciar lo que acontece en Jalisco entre los partidos políticos, los diputados y el Instituto Electoral.

Un desplegado similar publicó el pasado martes tres de este mes en los diarios El Universal y Milenio, donde denunció la decisión de los diputados de remover a los consejeros para que, al igual que los partidos, “tengan un árbitro a modo” en los próximos comicios.

Con razón o sin ella en sus argumentos, Castellanos está solo contra el mundo.