Héctor Pizano Ramos es diputado local plurinominal por parte del Partido Revolucionario Institucional; sin embargo, al inicio del actual período legislativo notificó a la secretaría general del Congreso del Estado su integración a la fracción parlamentaria del partido Movimiento Ciudadano… sin renunciar a su militancia priista.

Y ahí está, formando parte de la bancada mayoritaria en la 62 Legislatura, pero partidistamente en el limbo.

Hasta la fecha Pizano Ramos no ha renunciado a su militancia en el PRI, pero algunos otros militantes que hoy tampoco ya no son priista y se han acercado a las filas del partido lópezobradorista Morena, solicitaron en su momento su expulsión ante las instancias nacionales de su entonces partido.

Ayer, a decir del dirigente estatal del PRI, Ramiro Hernández García, nos enteramos que desde hace un mes Héctor Pizano Ramos ya no es priista… pero sí sigue siéndolo, porque ni ha renunciado ni lo expulsaron.

Guardada toda proporción, por supuesto, la situación de Pizano Ramos es algo así como parafrasear aquello que el 1 de agosto de 2002 dijo el papa Juan Pablo II desde la Basílica de Guadalupe, cuando expresó: “Me voy, pero no me voy. Me voy, pero no me ausento, pues aunque me voy de corazón me quedo”.

Y es que algo así fue el mensaje de Héctor Pizano al PRI y a los priistas: “Me voy, pero no me voy. Me voy, pero no me ausento, pues aunque me voy de corazón me quedo”. ¿O alguien puede afirmar que su corazón no sigue siendo priista cuando no ha renunciado al PRI? Y se fue del PRI, pero sigue en el PRI, porque no renunció ni lo han expulsado. Y se fue del PRI, pero no se ha ausentado, porque no renunció ni lo han expulsado.

¿Entonces?

Ramiro Hernández reveló que Pizano Ramos fue suspendido de su militancia como priista, pero no expulsado. “La situación de él ya fue dictaminada por parte de la Comisión de Justicia Partidaria, de la comisión nacional, y determinó suspender su militancia”, expresó, y luego agregó: “Queda fuera del partido”, pero aclaró que aún conserva su derecho a volverse a registrar.

¿Entendieron algo? Yo tampoco…

El PRI le suspende su militancia a Héctor Pizano, pero si quiere puede volver a registrarse como priista. ¿Entonces? ¿Está o no fuera del partido? Entiendo que en cualquier partido político el militante deja de serlo por dos razones: que renuncie o que lo expulsen. ¿De acuerdo? No puedes dejar de ser militante porque no te pueden suspender tu militancia, salvo tus derechos como militante, ¿de acuerdo?

Pero, como en el caso de Pizano, si ese militante no renuncia ni es expulsado, ¿cómo es que deja de ser militante? Ah, pero si se le suspende, ¿cómo es que “queda fuera del partido como militante”, como lo aseveró el dirigente estatal Hernández García?

Que alguien nos lo explique, por favor… ¿O es simplemente un problema de semántica o el PRI ya no sabe qué hizo o qué hace en un caso como éste?

Al tiempo…