Luego de que ayer por la noche los diputados aprobaron las reformas al Poder Judicial, a unas cuadras del Palacio Legislativo, en el de Justicia, comenzó a oler a… controversia constitucional o amparo.

Claro, siempre y cuando el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Ricardo Suro Esteves, no se “doble” y acepte sin chistar estas reformas, se escuchó decir durante los días previos en los corrillos judiciales.

Y es que entre lo aprobado por los legisladores hay elementos a los que durante algunas pláticas se opusieron los magistrados del Supremo Tribunal de Justicia y pueden ser motivo para que recurran a la controversia o al amparo, como es la intervención de terceros en el proceso de elección de magistrados, tales como la del Congreso en la designacíón del titular del órgano de control de confianza; la del Comité de Participación Social que deberá de practicar las evaluaciones curriculares y de aptitudes de los aspirantes, y elaborar un informe con sus opiniones técnicas y de idoneidad; y la de las universidades públicas o privadas o de organismos especializados en evaluación, en la elaboración y aplicación de un exámen teórico práctico.

Existen otros puntos aprobados que generan expectativa sobre la reacción que tendrán los magistrados, como el hecho de que el período en el cargo será de 12 años -hoy es de diez con ratificación por otros 7-, pero desaparece la posibilidad de que sean ratificados y no se incluye la figura de la reelección, aunque ésto último sí aplica para jueces de primera instancia, menores y de paz quienes también durarán el mismo lapso de tiempo.

Cabe señalar que en el tema de la duración en el cargo de los magistrados y jueces, se aclara que no aplicará a magistrados y jueces que se encuentren en funciones al momento de entrar en vigor estas reformas.

Dígase de paso que esta reforma legislativa al Poder Judicial quedó muy lejos de lo que pretendía el gobernador Enrique Alfaro Ramírez y de lo que adelantó en rueda de prensa, pues finalmente los diputados bordearon los temas más polémicos anunciados por el Mandatario estatal y decidieron transitar por las aguas tranquilas de la reforma.,

Así, pues, la espera estará en saber qué ruta tomarán los integrantes del Poder Judicial: la de la controversia constitucional, la del amparo… o ninguna.

Al tiempo.